En represalia por la caída legislativa, recortó los subsidios al transporte colectivo del interior. Se espera una fuerte suba en las tarifas.
Tras haber descargado en un grupo de gobernadores gran parte de la responsabilidad por el fracaso del debate de la Ley Omnibus, este jueves se produjo la primera «reacción» no declamativa del Gobierno ante lo que, en privado, considera un acto de traición: Economía anunció la eliminación de los subsidios a las empresas de colectivos que operan fuera del AMBA tensionando, así, las arcas provinciales..
La medida obligará a los gobernadores a aumentar los recursos destinados a las empresas de autotransporte locales si quieren evitar una disparada en el valor de los boletos.
El comunicado matutino del ministerio conducido por Luis Caputo -en los papeles absorbió la secretaría de Transporte pero el trámite no fue formalizado porque hasta el 29 de febrero seguirá existiendo Infraestructura- rápidamente convulsionó a la política.
Es que la supresión en forma «inmediata» del Fondo Compensador del Interior impacta en los recursos de las gobernaciones porque hasta ahora el Ejecutivo lo utilizaba para enviar sumas millonarias para subsidiar el pasaje de las compañías de colectivos que operan fuera de Capital y Gran Buenos Aires.
Sólo en diciembre, Economía giró por este concepto a las provincias unos $11.500 millones. Pero el año pasado fueron muchas las jurisdicciones que protestaron por un trato «discriminatorio» respecto a los recursos federales destinados a mantener a raya el boleto que pagan los habitantes del AMBA.
Una de las provincias que más cuestionaba este reparto era Córdoba, a través de Franco Moguetta, hoy a cargo de Transporte de la Nación y, a la postre, uno de los funcionarios cordobeses que han quedado «en la cuerda floja» por el enojo de Javier Milei con el gobernador Martín Llaryora por supuestamente haber restado apoyo a la citada normativa.
La resolución
Como sea, la resolución conocida este jueves sostiene que la asistencia de Nación sólo se canalizará a través de SUBE y será exclusivamente para los beneficiarios de la tarifa social, que gozarán de un descuento del 55%. Pero este sistema tiene una cobertura limitada y sólo está vigente en 60 ciudades del país.
«La Secretaría de Transporte ha decidido terminar con el congelamiento de tarifas que había heredado de la gestión anterior en trenes y colectivos del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para líneas de jurisdicción nacional, otorgando así a la tarifa mayor protagonismo en la cobertura de costos necesarios para operar. De esta manera, esta medida implica una disminución considerable de subsidios que iban a las empresas», detalló el comunicado, dando cuenta de los aumentos que ya están pagando los usuarios de Capital y el GBA. Pero el dato más contundente fue la eliminación del Fondo Compensador.
En la práctica, esta decisión del Gobierno le impone la necesidad de subir la tarifa de los colectivos a los gobernadores o, en su defecto, establecer cuantiosos subsidios con fondos propios.
El santafesino Maxi Pullaro, uno de los apuntados por la Casa Rosada, se mostró «sorprendido» porque dijo que nunca creyó «que se iban a cortar los subsidios” de $1500 millones, por lo que deberá reformular el cuadro tarifario distrital.
Si bien el oficialismo había anticipado la intención de reformular el esquema de subsidios al transporte público, lo sucedido el martes en el Congreso parece haber «acelerado» el proceso. «Era un recorte esperado al igual que el de las transferencias discrecionales. Pero lo de la ley Bases pudo haberlo apurado», sostuvo un dirigente libertario consultado.
Pero otras usinas del Gobierno dan cuenta que difícilmente se logre «morigerar» en los próximos días «la reacción» de Javier Milei contra la «casta», a la que acusa por el fracaso legislativo de paquete de reformas.
«La decisión es ir a fondo básicamente porque lo del martes se tomó como una traición, se rompieron reglas preacordadas. Esto no fue una avivada», explicó un funcionario consultado y apuntó contra el chubutense Nacho Torres: «Se fue envalentonado de Casa Rosada con los cambios en la pesca y después actuó así. Vamos a ver cómo hace ahora para pagar los sueldos», desafió. Y, por último, remarcó que en esta nueva etapa habrá «más advertencias» hacia los referentes del arco opositor como forma de «marcarles la cancha».
La cuestión es que la decisión de reducir los subsidios al transporte se tomó un día después de una cumbre realizada en Casa Rosada por la mesa chica a modo «de balance» tras la decisión de Milei de «archivar» la ley Bases. De ese encuentro participaron el jefe de gabinete, Nicolás Posse, el asesor Santiago Caputo, el ministro Guillermo Francos (Interior) y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
En el oficialismo, con todo, salieron a rechazar las suspicacias y adujeron que la decisión de Economía nada tuvo que ver con lo conversado en esa mesa. Si está claro que el influyente grupo prepara «una hoja de ruta de emergencia» para presentarle al Presidente a su regreso de su audiencia con el Papa Francisco. El Gobierno parece estar obligado a resetear su programa de reformas.tras el fracaso en la aprobación de la Ley Bases.
Emiliano Russo
Clarin.com