Un argentino que llevaba un arsenal de armas de guerra de origen turco fue detenido durante un control de la Aduana en el viaducto internacional que vincula la ciudad paraguaya de Encarnación con la capital de Misiones.
Los investigadores sospechan que el armamento estaba en tránsito hacia Brasil, destinado, presumiblemente, a las peligrosísimas células del Primer Comando Capital, la megaorganización delictiva nacida en las cárceles de San Pablo que hoy domina el crimen organizado en el Cono Sur.
Fuente de la Dirección General de Aduanas (DGA) informaron que agentes apostados en el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz procedieron a la revisión de un Ford Ka con matrícula argentina proveniente de Encarnación. Ante las preguntas de rutina, el conductor del vehículo se mostró nervioso, ansioso y evasivo. Según precisaron los voceros, el hombre insistía con que no tenía nada para declarar y que simplemente era residente de la zona.
Durante la inspección manual del coche, los agentes advirtieron signos de reparaciones recientes; les llamó la atención que el sector del baúl no se correspondía con el modelo original del Ka. En consecuencia, utilizaron el escáner de rayos X para visualizar las entrañas del vehículo.
La pantalla reveló la existencia de un espacio ubicado en el sector trasero, disimulado con el gran paragolpes característico del Ford Ka. En el compartimiento trasero y en los paneles laterales del auto había mercaderías ocultas.
Con autorizaron del Juzgado Federal de Posadas y el auxilio de efectivos de la Gendarmería Nacional, se desarmó parte del vehículo para desentrañar qué había en esos dobles fondos.
Los agentes aduaneros descubrieron un arsenal de armas de fuego, todas de origen turco: siete fusiles semiautomáticos calibre 12 Derya VR90; un fusil semiautomático calibre .223 y cuatro pistolas automáticas calibre 9 mm. El valor de la mercadería supera los $10 millones, aunque los informantes estimaron que esa cifra podría aumentar considerablemente en el mercado negro.
El conductor del auto, identificado por fuentes de la investigación como Mauricio Alberto Pérez Borsolino, de 53 años, quedó detenido e incomunicado, acusado de contrabando de armas, delito para el cual el Código Penal prevé penas de entre 4 y 12 años de prisión.
“A partir de lo que manifestó inicialmente el conductor, se presume que el arsenal ingresó a la Argentina en tránsito y que tenía Brasil como destino. Se trata de una nueva ruta utilizada por los delincuentes, ya que se habían observado acciones similares en la frontera entre Brasil y Paraguay: particularmente, en las localidades de Saltos del Guayrá y Pedro Juan Caballero”, informaron fuentes de la Aduana. (La Nación)