El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, emitió su voto y remarcó que «es un día histórico» para la provincia, al mismo tiempo que remarcó: «Fue mi última votación como gobernador». Además ratificó la decisión de haber elegido el sistema de lemas y elogió su aplicación para las elecciones 2023. También dijo que le «duele» ver a su hermano Adolfo apoyando a la oposición.
En diálogo con la prensa tras salir del cuarto oscuro, aseguró que «la elección va funcionando correctamente» y destacó entre sus consideraciones que «San Luis tiene un crecimiento enorme», una forma de responder a las críticas de la oposición.
Al mismo tiempo, confirmó que va a esperar los resultados de la elección en el el palacio gubernamental: «Voy a la casa de Gobierno para recibir la información y esperar el resultado ahí», afirmó.
El mandatario puntano, que no tiene chances de ser reelecto, se desligó de la Nación. «Cuando las políticas nacionales favorecen a San Luis, las aplicamos con entusiasmo. Cuando no ha sido así, tuvimos una dirección diferente, por eso tenemos un crecimiento enorme. Lo dicen las estadísticas y los datos. Esto pasa también en otras provincias: las provincias crecen y la Nación no», dijo. También se distanción de los referentes nacionales: “Yo los conozco a todos, tengo mis reservas”.
Tras destacar las «política de progreso, de derechos humanos, de infraestructura» durante su gestión, dijo que le hubiera gustado terminar otras obras y «caminar más fuerte a la unidad provincial, pero la grieta entró».
En relación a su hermano Adolfo, que apoya el lema Cambia San Luis que lidera el candidato Claudio Poggi, dijo que la relación es «distante». «Duele verlo enfrente, es un enorme dirigente, su historia no se merece estar en el lugar que está».
Sobre la campaña nacional, Alberto Rodríguez Saá expresó: «En todos lados veo mediocridad, todos los dirigentes son porteños, no escuchan las provincias. La agenda es distinta a la de los ciudadanos. Se olvidan de los emprendedores y hay una deuda eterna». Y en relación al peronismo dijo que «está mal, porque entra en la grieta». «El kirchnerismo se maneja como hegemónico, sin planes. El resto del peronismo está avasallado. Las provincias miran a Buenos Aires sin dar respuesta», concluyó el gobernador.