La Universidad Nacional de Misiones (UNaM) atraviesa una crisis aguda debido a los recortes presupuestarios implementados por el gobierno nacional, lo que ha generado un aumento significativo en el costo de vida para los estudiantes. En respuesta a esta situación, la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales organizó una clase pública como parte de una jornada de protesta. Jorge Alcaraz, profesor de la facultad, enfatizó: “Nos estamos sumando a estas jornadas nacionales para visibilizar la situación que están viviendo las universidades públicas”.
Alcaraz destacó la urgencia de aumentar los sueldos y mejorar el financiamiento necesario para garantizar el funcionamiento de las universidades. “Este año fue una de las movilizaciones más significativas en varios años, logrando que las universidades pudieran seguir brindando servicios mínimos”, explicó. La clase pública tenía como objetivo informar a la sociedad sobre la crisis que enfrentan los estudiantes y la comunidad educativa.
Uno de los aspectos más preocupantes de esta crisis es la disminución en la matrícula estudiantil. Alcaraz señaló que “hemos perdido muchos estudiantes, primero por la cuestión del alquiler que se ha ido por las nubes”. Este incremento en los costos de vida ha impactado negativamente en la capacidad de los alumnos para continuar sus estudios, forzando a muchos a abandonar la universidad.
Además, la falta de servicios esenciales, como el comedor, ha agravado la situación. “Hasta el segundo cuatrimestre no han tenido comedor, lo que es un beneficio muy significativo para que puedan estudiar”, indicó el profesor, subrayando la importancia de estos servicios para la vida académica de los estudiantes.
El recorte en el programa de becas Progresar también ha sido alarmante. Alcaraz informó que “el programa ha pasado de 8.000 a solo 3.000 beneficiarios”, lo que ha llevado a muchos estudiantes a abandonar sus estudios debido a las crecientes dificultades económicas. “La realidad es que muchos no pueden costearse la educación”, añadió, reflejando la dura realidad que enfrentan muchos jóvenes.
Finalmente, Alcaraz concluyó que es crucial asegurar un financiamiento adecuado no solo para la educación, sino también para el bienestar de los estudiantes. “Sin este apoyo, la movilidad social se ve amenazada”, advirtió. Las protestas continúan mientras la comunidad universitaria busca defender su derecho a una educación pública y de calidad, enfatizando la necesidad de un compromiso real por parte del gobierno hacia las universidades y sus estudiantes.