El debate sobre la baja en la edad de imputabilidad ha vuelto a encenderse tras el envío de un proyecto de ley por parte del Gobierno Nacional que propone establecerla en 14 años. Expertos advierten que esta medida puede no ser la solución real ante el aumento de delitos juveniles, y sugieren que detrás de estos actos delictivos hay un trasfondo de consumo problemático y disfunción familiar.
En Misiones, el titular del Juzgado Correccional y de Menores Dos de Posadas, César Raúl Jiménez, aseguró en medios de comunicación que el 100% de los hechos delictivos de menores de 16 años están relacionados con el consumo problemático y la disfunción familiar. Además, Eduardo Scherer, presidente de la Comisión de Prevención de la Tortura, compartió que se está trabajando en un informe de realidad de Misiones que respalda estas afirmaciones.
Según Scherer, «No es lo mismo lo que pasa en Buenos Aires que lo que ocurre en Misiones. Todos los actos delictivos de menores tienen detrás una situación de consumo problemático en primer lugar».
Scherer destacó que, en muchos casos, los delitos juveniles en la provincia no son graves, sino que se limitan a hurtos y robos. Además, enfatizó que «De cada 10 ilícitos graves solamente 1 es cometido por un menor».
En la Correccional de Menores de Misiones, se observa un bajo número de menores alojados, y se ha reducido significativamente gracias a la implementación de los Centros de Modelos de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes (Ce.Mo.AS), que brindan una atención integral previa al ingreso en el sistema correccional. Este proyecto de ley fue impulsado por Carlos Rovira en 2019.
Estos centros, dependientes del Ministerio de Prevención de las Adicciones, Ministerio de Gobierno y Servicio Penitenciario Provincial, ofrecen un abordaje interdisciplinario con médicos y psicólogos durante las primeras 24 a 48 horas de alojamiento. Según Scherer, «el menor que es detenido por las fuerzas de seguridad en la vía pública debe ser alojado en estos centros».
Además, Scherer manifestó que «Con el Cemoas la población correccional pasó de 70 a 35 chicos, se redujo un 50% porque se brindó un abordaje estatal y una asistencia social a través de un equipo interdisciplinario».
Scherer enfatizó la importancia de un enfoque que vaya más allá de simplemente reducir la edad de imputabilidad, abogando por políticas que contengan y ayuden a los jóvenes en lugar de criminalizarlos.
El éxito del enfoque centrado en la asistencia social se refleja en la reducción del número de jóvenes en el sistema correccional, lo que sugiere que esta podría ser una mejor alternativa para abordar el problema de la delincuencia juvenil.