El sacerdote Carlos Viera, párroco de la Inmaculada Concepción de Posadas y capellán explicó su experiencia al intervenir en casos vinculados a exorcismos y rituales conocidos popularmente como “trabajos”. “Hay manifestaciones que no se pueden atribuir a un problema psicológico o emocional”, señaló durante la entrevista.
Viera indicó que el término “payé” se utiliza en guaraní para nombrar estos rituales. “Hay trabajos que se hacen sobre personas y hay trabajos que se hacen sobre lugares”, expresó. Según detalló, cuando el objetivo es una persona se recurre a prendas, fotografías o nombres, mientras que en los espacios se realizan prácticas que dejan el lugar “contaminado”.
El sacerdote remarcó que quienes realizan estas acciones lo hacen con intención deliberada. “No es por ignorancia. Se sabe para qué se hace y para qué se usa”, afirmó. A su vez, explicó que las consecuencias “no siempre se manifiestan de manera inmediata”, sino que pueden presentarse como una sucesión de hechos extraños.

“Hay casas donde empiezan a romperse los electrodomésticos o se escuchan ruidos sin explicación”, describió al relatar algunos casos que le tocó atender. También mencionó la presencia de elementos dentro de los terrenos. “Se encuentran cosas tiradas con un fin”, dijo, en referencia a objetos utilizados en rituales.
Respecto de los exorcismos, Viera sostuvo que la Iglesia interviene cuando se descartan otras posibles causas.

Lo primero es la evaluación médica y psicológica. Cuando eso no responde, se habla de una acción extraordinaria del mal”, explicó. Agregó que, en esos casos, el sacerdote acompaña a la persona y realiza oraciones específicas.
“Cuando el problema está en la casa, se hace una oración o bendición del lugar”, indicó. Viera sostuvo que el objetivo es “cortar cualquier vínculo con la energía que se instaló” y señaló que el pedido de ayuda suele llegar “cuando la situación supera a la familia”.




