La delicada situación que atraviesa Misiones como consecuencia de la rebelión policial y de las protestas de estatales, docentes y médicos en reclamo de aumentos salariales encendió todas las alarmas, no solo en el Gobierno nacional, sino también en las administraciones provinciales, que siguen con especial atención el curso de los acontecimientos.
Se trata, en suma, del primer gran conflicto territorial de la era Milei en el interior del país, cuyas arcas son víctimas predilectas del plan Motosierra. A la vez, el llamado a un paro nacional por parte los gremios docentes para este jueves recalienta la puja distributiva con la Casa Rosada.
En ese marco de tensión, distintas administraciones provinciales retomaron las negociaciones paritarias con los gremios, siguiendo el esquema de acuerdos cortos implementado para capear la crisis económica y evitar la pérdida de poder adquisitivo.
Las nuevas pulseadas entre los sindicatos y los gobernadores llegan en un marco acuciante. De acuerdo a un informe publicado por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), los salarios de los trabajadores formales se derrumbaron un 14,9% en el último semestre.
Según los datos publicados por CIFRA, la pérdida de poder adquisitivo se sintió más fuerte en el sector público, donde se verificó una caída de 21,3% contra un sector privado que tuvo una baja del orden del 11,2%, dando como promedio del semestre el 14,9%. Asimismo, el salario mínimo, vital y móvil sufrió una caída incluso mayor, alcanzando un alarmante 28,8% entre noviembre de 2023 y mayo del año en curso. (ambito.com) (Imagen portada: Santa Fe ofreció una suba del 18% en tres tramos a los estatales)




