El vicepresidente de Cáritas Posadas y titular de la parroquia Sagrada Familia, sacerdote Alberto Barros, participó en la mañana de este miércoles del programa Cadena de Noticias, que se emite por la señal C6Digital, donde habló acerca de sus comienzos como servidor de la Iglesia Católica luego de tener definida ya su vocación así como de analizar la actualidad argentina desde el punto de vista social.
De padre Contador Público y de madre abogada, sus progenitores alentaron en algún momento de su juventud que en un futuro inmediato se unieran al estudio jurídico – contable de la familia para luego hacerse cargo de los negocios. Pero tales aspiraciones se vieron frustradas al volcarse de lleno el joven Barros a la formación sacerdotal.
En la entrevista, el padre Barros -ahora con 64 años y casi 40 de sacerdocio- hizo referencia a los votos sacerdotales y mencionó las distintas vertientes del apostolado católico. «Están en congregaciones religiosas, por ejemplo jesuitas, salesianos, Verbo Divino. Tienen el voto de obediencia, de castidad y de pobreza. Pobreza entendido a que no pueden tener ningún bien a su nombre. En cuanto a los sacerdotes diocesanos que dependemos directamente del Obispo las promesas que hacemos es de obediencia al Obispo y del celibato. No el de pobreza, que no significa que no tengamos que vivirlo. Es para tener la posibilidad de, por ejemplo, la parroquia tenga una cuenta bancaria y el sacerdote pueda firmar y su nombre aparecer en una cuenta bancaria», explicó.
Barros sostuvo que la pobreza pasa por el compromiso. «En cuanto a lo institucional, es más una cuestión de formalidad. El espíritu de la pobreza creo que lo tenemos que vivir todo, entendida como austeridad», remarcó.
Además, recordó que fue lo que motivó cuando era adolescente y vivía en un mundo de clase media-alta «y decía ´este mundo no me gusta, quiero otra cosa».
Según Barros, la Iglesia tiene muchos matices. «Lo esencial es seguir a Jesús, el Evangelio», opinó.
En tanto, al hacer mención a sus declaraciones pública respecto a la situación social, el vicepresidente de Cáritas señaló que son opiniones «desde lo humano y desde lo cristiano». «Y en eso la Iglesia tiene que tener una dimensión profética», agregó.
En tal sentido, observói que «si uno mira la vida de Jesús, Jesús esencialmente tiene una personalidad profética, el profeta es el que anuncia por un lado una presencia de un Dios que ama, el que perdona, que es compasivo, que se ocupa de los últimos, que no abandona a nadie, incluye a todos, un Dios que se enamora de todo ser humano como un hijo-hija querido y al mismo tiempo, el profeta que anuncia ese amor compasivo universal siempre inclusivo de Dios también denuncia todo lo que se opone a esa experiencia del amor inclusivo, del amor que cuida de los últimos, el profeta siempre tiene esa doble dimensión de anunciar y denunciar».
«Es cierto que la denuncia a veces trae problemas, de hecho a Jesús le trajo problemas, terminó crucificado», recordó.
Así, el cura párroco afirmó que el profeta siempre experimenta el rechazo de algún sector que siente tocado con esas denuncias. «Por eso siempre creo que la Iglesia tiene esa dimensión profética. El papa Francisco tiene una dimensión profética muy fuerte, cuando le habla al mundo sobre que quiere una Iglesia pobre para los pobres, cuando denuncia el capitalismo salvaje, el atentado contra el planeta, tiene una Encíclica ecológica maravillosa, es muy crítico con los sectores del poder que no tienen problema en excluir en función de la avaricia y la riqueza de unos pocos», consideró-
Para Barros, «hoy creo que la Argentina estamos viviendo un proyecto de país así, un proyecto de país que está en función del enriquecimiento de unos pocos a nivel personal, en empresas nacionales, multinacionales en detrimento de una gran mayoría».
Seguidamente comentó que desde Cáritas recorre los barrios, llevando asistencia y se siente el cambio, de pasar de un estado de situación a otro de necesidad. «La gente de clase media que se está empobreciendo cada vez más, una clase media humilde que pasó a ser pobre. O que tienen que cambiar sus chicos de un colegio privado a uno público, gente que tiene problema con el tema de los medicamentos. La baja de consumo en el país de las vacas, cada vez se come menos, se come mal», cuestionó.
El padre Barros también puntualizó que se va despreciando todo lo que tiene que ver con lo público. «Se estigmatiza como que lo público siempre es el ámbito de la no transparencia, de los curros. Que todo lo que es público tiene que ver con el socialismo. Nada que ver, lo público es lo que hace al bien común, si hay que corregir se corrige pero no destruirlo. Necesitamos de la escuela pública, de las universidades públicas, la salud pública», remarcó.
En otro tramo de la entrevista con el periodista Jorge Kurrle, destacó que en Misiones «todavía somos un pueblo solidario».