El Instituto de Neurología Buenos Aires (Inba) destacó la relevancia del sueño para la salud cerebral en la vejez, subrayando que tanto dormir muy poco como demasiado están vinculados con un mayor riesgo de demencia, particularmente Alzheimer.
El doctor Juan Pérez, neurólogo y director del Inba, explicó que la falta de sueño adecuado puede desencadenar la acumulación de la proteína amiloide en el cerebro, un marcador asociado con el Alzheimer. Esta acumulación se produce principalmente durante el sueño, cuando el cerebro elimina desechos celulares, incluyendo la mencionada proteína. «Dormir menos de las 7 a 9 horas recomendadas reduce el tiempo disponible para este proceso de limpieza cerebral, lo que puede contribuir a la formación de placas amiloides», sostuvo el especialista.
Además, profesional alertó sobre la apnea del sueño como otro factor que puede incrementar el riesgo de Alzheimer. Esta condición, que interrumpe el descanso nocturno y limita el suministro de oxígeno al cerebro, puede causar inflamación cerebral y potenciar la acumulación de amiloide.
Por otro lado, el dormir en exceso también puede ser un indicativo de problemas subyacentes como depresión, diabetes o enfermedades cardiovasculares, todos ellos asociados con un mayor riesgo de demencia. «El exceso de sueño no siempre es la causa directa de la demencia, sino más bien un síntoma de estos problemas de salud que afectan la salud cerebral», añadió el experto.
El neurólogo enfatizó que el monitoreo de los patrones de sueño en la vejez es crucial para detectar tempranamente posibles signos de demencia. Cambios significativos en la cantidad o calidad del sueño pueden indicar problemas de salud que requieren atención médica. «Mantener un sueño regular de 7 a 9 horas por noche puede desempeñar un papel crucial en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer», concluyó el neurólogo.