El estudio fue realizado conjuntamente entre la Lic. Cecilia Miranda del IMiBio e investigadoras del CONICET, INMeT-ANLIS Malbrán, INALI y el Hospital “San Lucas” de Colonia Aurora. A través del trabajo se pudo comprobar la presencia de la especie invasora Craspedacusta sowerbii en cursos de agua misioneros y los posibles efectos sobre la salud humana.
Esta semana, el grupo de investigadoras integrado por Milena Gisela Casafús, Micaela Andrea Gritti y María Elisa Peichoto, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) – ANLIS Malbrán, junto a Paula Guimarães del Hospital Nivel 1 “San Lucas” de Colonia Aurora (Misiones), Luciana Montalto, del Instituto Nacional de Limnología y la Lic. en Cs. Biológicas, Cecilia Miranda, del Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), publicaron los resultados del trabajo de investigación: “Medusas de agua dulce en el noreste argentino: un riesgo para la salud humana”.
El artículo científico publicado en la revista Transactions of the Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene, describe una serie de casos de personas que, luego de ingresar al arroyo El Saltito, Colonia Aurora, Misiones, sufrieron lesiones en la piel provocadas por medusas de la especie invasora Craspedacusta sowerbii (Lankester, 1880)
Esta investigación resulta pionera no sólo en la detección de la presencia de C. sowerbii en Misiones, sino también en la descripción de las lesiones causadas por esta especie de cnidario.
El estudio proporcionó una explicación toxicológica de las observaciones clínicas que se habían realizado a pacientes que presentaron lesiones urticantes luego de tener contacto con esta especie, ofreciendo respuestas a los profesionales de la salud para el diagnóstico y manejo de esos casos.
Según explican en el paper, el contacto circunstancial de los humanos con los tentáculos de las medusas puede causar envenenamiento por contacto, generando distintos tipos de lesiones en la piel como dermatitis, urticarias, necrosis y edemas.
Asimismo, las investigadoras advirtieron que Craspedacusta sowerbii, luego de ser detectada por primera vez en el Arroyo El Saltito en 2022, fue también avistada en el arroyo Cazador un año después, demostrando la gran capacidad de colonización de esta especie.
De cara a una nueva temporada estival, advirtieron a la población sobre la posibilidad de sufrir un incidente con este tipo de medusas y solicitaron a quienes vean o tengan contacto con alguna, se comuniquen con el IMiBio, a través de las redes sociales.