Con menos de 15 días en el poder, Javier Milei ya dejó en claro cuán será el rumbo económico que tendrá su Gobierno. Primero los anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, y luego la esperada presentación del DNU del propio Milei. Desde luego, estas medidas rápidamente generaron apoyos y críticas, pero también diferentes análisis para desentrañar sus potenciales impactos positivos y negativos.
Por ROLANDO KLEMPERT
En ese marco, Newsweek Argentina conversó con Mercedes D’Alessandro, ex directora nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, durante el Gobierno de Alberto Fernández; autora del best seller “Economía feminista: cómo construir una sociedad igualitaria (sin perder el glamour)”; y fundadora de la ONG Economía Feminista.
La experta analizó en qué consiste el plan de estabilización implementado y también puntualizó cuáles podrían ser los mayores impactos en los sectores más vulnerables, especialmente las mujeres.
¿Cómo describiría el “plan de estabilización” del ministro Luis Caputo?
– Hasta la salida del DNU había anunciado diez medidas a través de un video grabado varias veces, y luego hizo una gira por los medios, en los que fue exponiendo un poco la letra chica de las medidas. Después hubo un movimiento también en la tasa de interés de los depósitos, de los plazos fijos. Con todo eso, lo que se ve, es un ajuste clásico, por decirlo de un modo, un ajuste ortodoxo, que viene a la mano con una licuación de pasivos muy grande. La gran medida, desde mi punto de vista es la evaluación del peso, una devaluación gigantesca del 120% (dependiendo de cómo lo quieran ver cada uno).
Y eso ya tuvo traslado a precios: en harina, en carne, en los combustibles, en un montón de cosas. Todavía nos queda ver qué va a pasar con los aumentos de servicios, porque Caputo dijo que iban a sacar subsidios de a un tercio por año, pero no se sabe muy bien de qué manera.
Había una segmentación más o menos armada… y digo “más o menos”, porque estaban contemplados los grupos vulnerables, los grupos medios y los que no tienen nada de subsidio. Si va a quedar así o si lo van a cambiar, no se sabe. Entre sus contradicciones, Caputo también dijo que querían fortalecer la demanda en pesos, pero lo cierto es que hoy tener pesos es perder plata. Si los tenés en la mano, perdés contra la inflación; lo tenés en plazo fijo, también. No entiendo cómo fortalecés la demanda de pesos cuando no tenés ninguna manera de conservar su valor. Y si bien esto ya venía pasando esto hace rato, los plazos fijos, mal que mal, iban quedando ahí, casi a la par de la inflación. Estaba la opción de los UVA, que hoy está casi desaparecida.
¿Es una dolarización de hecho?
– Yo, hay veces que dudo de si esto es el camino a la dolarización. ¿Seguimos con eso, aunque no esté presente como una bandera? Todo indica que el peso va desapareciendo de nuestras cuentas mentales, ¿no? Además, con un tipo de cambio que se espera que se vuelva a movilizar más adelante, sería más fácil de dolarizar. Cuando hablamos de “dolarizar”, no hace falta pensar en un reemplazo absoluto de dólares por pesos; sabemos que hay muchas formas de hacerlo. Puede ser haciendo contratos en dólares, puede ser con una regla monetaria como fue la convertibilidad, digo…, hay muchas instancias de dolarización posibles.
Milei y sus equipos habían dicho en reiteradas oportunidades que el plan era hacer competir las monedas…
– Exacto. Es un poco lo que está sucediendo. Yo creo que vamos a terminar de descubrir más de este plan cuando se conozcan los detalles de esta “ley ómnibus” de la que tanto se habla, el DNU. Veremos qué es lo que implica. Ahora tenemos más información que la que veníamos recibiendo a cuentagotas. Por otro lado, ellos vienen diciendo que quieren desarmar las Leliq; es algo difícil, pero Caputo mostró que es importante para él, porque él dice que gran parte de la emisión que realizaba el Banco Central era para pagar los intereses de esas Leliq. Entonces, si baja las Leliq, baja la emisión, que desde el punto de vista de ellos es uno de los grandes problemas que tiene la Argentina. Esta caída de la tasa de interés que te dan los depósitos, que yo creo que lo único que va a hacer es incentivar el desarmar depósitos en pesos y pasarse al dólar blue (porque ya lo vemos hoy: todo el que cerró un plazo fijo ,sacó los pesos y se fue a comprar dólares; por eso subió el dólar blue y van a seguir cayendo los plazos fijos). Y eso, como tiene contrapartida los depósitos con las Leliq, es una manera indirecta de ir desarmándolas. Bajarles la tasa a las Leliq y desincentivar los depósitos es una de las maneras posibles de desarmarlas, o por lo menos bajar su caudal.
(Foto: Kala Moreno Parra)
¿Le preocupa el impacto social que esto pueda tener?
– Justamente lo que a mí me preocupa de todo esto, como economista política, es que el costo de todo esto está cayendo ya sobre trabajadores asalariados, personas cuyos ingresos no se han modificado en absoluto. Ya estamos teniendo un impacto fuertísimo. Vos te vas al supermercado y todo aumentó; vas a cargar nafta y aumentó. Querés irte de vacaciones, y como está todo dolarizado, ya perdiste también en esa cuenta. Y, encima, no tenés capacidad de cubrirte con plazos fijos. La única forma de cubrirte es, como siempre, comprar dólares en el mercado blue. Ya tenemos un empobrecimiento, porque nadie recibió un aumento: todavía no se abrió ni una paritaria; algunas tendrán que activar la “cláusula gatillo”. El PotenciAr está fijo. Los únicos que recibieron alguna mejora son las personas que son titulares de AUH y AlimentAr, que son 2,5 millones de personas. Y para mí están bien, porque obviamente son el sector más vulnerable. Estamos hablando de en su mayoría madres con chicos a cargo, que son el sector más pobre en nuestra sociedad. Casi el 60% de los niños y adolescentes están en un hogar pobre hoy en Argentina. Entonces, lo de la AUH y la tarjeta AlimentAr está bien orientado, pero son solo 2,5 millones de personas en una Argentina en la que la pobreza es muy grande y donde hay asalariados que ahora van a estar bajo la línea de pobreza.
¿Es por ahora un déficit de este plan es el anuncio de medidas para mitigar este impacto?
– Yo no veo medidas para mitigar el impacto, al contrario. Creo que lo único que se ha anunciado hasta ahora es lo de AUH y AlimentAr, y no sé si logra mitigar el impacto. No se sabe si esto se va a sostener, si lo van a mejorar, qué van a hacer con eso, si es por única vez…, no se sabe. Respecto a los jubilados, dijeron que no van a cumplir con la fórmula porque los hace perder a los viejos. Eso es cierto, pero tampoco dijeron qué van a hacer. Solo dijeron “les vamos a pagar lo que corresponda”. ¿Qué significa “pagar lo que corresponda”? Tampoco se sabe. Por otra parte, quienes pueden participar de una paritaria son los trabajadores formales, pero Argentina tiene a casi la mitad del mercado laboral con empleo precario o informal, es decir, no tienen una paritaria y van a ver mermado su caudal trabajo.
Hoy la clase media, que perdió poder adquisitivo, va a hacer recortes. Probablemente recorte las veces que viene la empleada doméstica; el delivery de comida; el taxi o el Uber. Y esos recortes son puestos de trabajo, y gente que se va quedando con una changa menos. Todo ese mercado informal no va a tener muchas chances de mejorar poder adquisitivo, porque sus patrones no van a tener mucho más poder adquisitivo.
¿Es mayor el impacto económico de estas medidas en las mujeres?
– Sí. En primer lugar, las crisis siempre afectan más a las mujeres de manera desproporcionada. ¿Por qué? Porque todos los recortes que se hacen en materia de cuidados -por ejemplo, si pagás un jardín para tus pibes, o si contratás a alguien que cuida a tu mamá, o a alguien que limpia tu casa- afectan especialmente a las mujeres, que mayoritariamente se ocupan de esas tareas. Pero, además, porque las mujeres tienen una situación más precaria en el mercado laboral. Por caso, el trabajo de empleada doméstica es la segunda opción laboral de las mujeres en Argentina. Más de 1,2 millones de mujeres están en esta actividad. Y esto va a tener un impacto de la crisis. Y ni hablar de que es uno de los trabajos peor pagos y más precarizados del país. Aparte de todo esto, cuando hay recortes que afectan a la salud pública o a la educación, las mujeres también son las que reciben el impacto, porque tienen que salir a cubrir todas estas cuestiones con su trabajo y con su tiempo.
¿Lo que dice es que ahora más mujeres van a quedarse en la casa sin recibir ingresos?
– Una mamá que no tiene la posibilidad de mandar a sus chicos a una escuela doble jornada o que no puede mandarlos a la tarde al club a hacer deporte, o a clases de inglés o de patín, o de lo que sea, se queda con los chicos en la casa. Bueno, esa mamá quizás no pueda trabajar a la tarde ahora, es decir, lo paga con su capacidad de desarrollo personal, con ingresos, con un montón de cosas. Hay una brecha de ingresos que es sostenida hace mucho tiempo: las mujeres ganamos menos, en promedio.
Además, en el empleo del público, decían que iban a recortar todos los cargos de este último año, pero hay muchos ingresos que tienen que ver con el cupo laboral travesti-trans. El otro día una dirigente de una organización travesti-trans decía que gracias a ese cupo habían ingresado 955 personas al Estado, de las cuales un tercio ingresó en el último año. Esos trabajos hoy estarían en riesgo, y es un sector que, si bien significa un número chico, luchó mucho para que lograran incorporarse al Estado, para que mejoren su calidad de vida.
Es un sector que ha sido marginado por la sociedad en muchos momentos y que recién empezaba a encontrar un camino, no solamente de reivindicarse de su identidad de género y sus posibilidades de derecho, sino además también de poder trabajar.
Importantes dirigentes de este Gobierno, e incluso el propio Milei, han puesto en duda la existencia de la brecha de género. ¿Cree que eso puede marcar con un carácter ideológico las medidas al respecto?
– Lo de la brecha de género lo dijo Milei en el debate. Pero justo unos días después se anunció el premio Nobel para Claudia Golding, que es una investigadora que justamente gana el Nobel mostrando que hay brechas de género en el mercado laboral. Ya hay una premio Nobel que muestra eso que Milei quiere negar. En todo caso, él se puso a hacer cuentitas de “si a igual tarea, igual no sé qué”, cuando el problema que nosotras marcamos desde el feminismo es que hay una gran discriminación en el mercado laboral, que hay muchas veces que a las mujeres no les dan ascenso o determinadas tareas, o no les dejan tomar horas extras. Se pierden de un montón de beneficios que puede tener gente que no tiene gente al cuidado.
En las últimas semanas también se escucharon voces asegurando que muchas mujeres “eligieron” quedarse en su casa en lugar de salir al mercado laboral, y que tal vez ahora sí tengan que hacerlo para cubrir las cuentas familiares.
– Hay decisiones que están incentivadas por el mercado. Si vos tenés una pareja y los dos trabajas de manera formal, incluso en la misma empresa, y quedan embarazados, la mujer va a tener tres meses de licencia por maternidad y el varón va a tener dos días. Ahí hay una clara definición sobre quién se va a quedar en casa con el pibe, ¿no?
Si sumas que tal vez ganas lo justo y no te alcanza para contratar a alguien que cuide a los pibes en la casa, y que además las mujeres en promedio ganamos menos, bueno…, ¿la cuenta matemáticamente que te va a dar? ¿Que el que gana más deja su trabajo para cuidar? No, lo va a hacer el que gana menos.
Por otra parte, ¿a cuántos varones conocés que hayan dejado su carrera laboral y su trabajo para cuidar a los pibes? ¿Y a cuántas mujeres que lo tuvieron que hacer, más allá de que lo quisieran hacer? Porque no tenían una opción o porque si no iban a trabajar para que todo su salario se fuera en pagarle a alguien para que cuide en la casa. Es un tema que obviamente venimos debatiendo hace mucho tiempo, y de a poco se va avanzando en alguna construcción de sentido, pero que todavía evidentemente cuesta porque el liberalismo, sobre todo el de los liberales libertarios, pone todo en las decisiones personales, como si no hubiera incentivos en ese mercado del que tanto hablan y valoran, y como si ese mercado no condicionara las decisiones. Es como decir “la gente pierde plata porque quiere”. No, bueno, pierde plata porque la tasa de interés no le da rendimiento.
Mercedes D’Alessandro: “Hoy la clase media perdió poder adquisitivo y va a hacer recortes; y esos recortes son puestos de trabajo” @dalesmm @Newsweek_Ar https://t.co/BfNApr5fvs pic.twitter.com/aTzhVcq7Ol
— Jorge Kurrle (@jorgekurrle) December 22, 2023