Existen distintos ejercicios que pueden ayudar a mantener saludable tu cerebro. Uno de ellos es la meditación, que, según los expertos, ayudaría a lidiar el estrés del día a día, además de ofrecer la posibilidad de equilibrar la paz con el entorno.
La meditación puede influir positivamente en la conducta y activación del cerebro, ya que los investigadores indican que realizar esta actividad por lo menos 10 minutos al día, mejora las conexiones neuronales, así como su plasticidad.
Cerebro: ¿para qué sirve la meditación?
Meditar se convirtió arte de estar en silencio, algo que para muchos actualmente no es posible.
Tomar una posición de relajación (hombros y mandíbula relajados, ojos cerrados y respiración profunda) genera que el flujo del aire entre y salga del sistema, lo que genera serenidad y tranquilidad para el cuerpo.
¿Cuáles son los beneficios de la meditación en la salud?
Es importante tener en cuenta que la salud mental y física están relacionadas con esta actividad de mindfulness. Algunas investigaciones dieron a conocer que la meditación reduce el estrés y la ansiedad.
Por otro lado, mejora la concentración y el enfoque dependiendo del tiempo que se realiza esta actividad. Entre otros beneficios, se encuentra la facilidad de adaptar esta práctica a su vida cotidiana, ya que cualquiera puede realizarla. Lo importante es crear un hábito donde la constancia y la práctica puede generar buenos resultados.
Cerebro: resultados de la meditación en nuestra vida cotidiana
Si se practica de manera habitual, esta puede generar efectos positivos como:
- Estar más presentes.
- Evitar que seamos infelices.
- Aumenta la concentración.
- Potencia la memoria.
- Mejora el sistema inmune.
Meditar mejora la concentración
Se estimula la producción de un neurotransmisores (GABA) que inhiben el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y evitan que la atención se divida. De esta forma, se mejora la focalización en una tarea especifica por un tiempo determinado.
Aumenta la autoestima y la conciencia de uno mismo
La relajación mental abre la posibilidad de llegar a reflexiones más profunda sobre uno mismos dejando a un costado los juicios. En esos pensamientos, se empiezan a encontrar nuevas perspectivas y características positivas que antes no se tenían en cuenta.