Después de contraer una deuda imposible de pagar, que igualmente debe pagarse porque tales son los acuerdos internacionales y de haber afrontado una pandemia inédita por las características de la enfermedad tanto como por las condiciones locales e internacionales en las que se presentó y desenvolvió, Argentina parece enfrentar elecciones nacionales de características en extremo particulares.
Los sondeos de opinión hablan de los tercios y hasta en el oficialismo se plantea la necesidad de “superar el balotaje”, es decir como que ninguna de las fuerzas que se le presentan a la ciudadanía tendrá suficiente respaldo como para imponer sus candidatos en la primera vuelta. En ese contexto resultan llamativas las opciones que también se muestran quebrando los canales políticos en los que se expresó hasta ahora la sociedad para alternar viejos esquemas con expresiones diferentes y, algunas, renovadas.
Pero, además, hay una fuerte vulneración de “lo nacional” y su reemplazo por los provincialismos. En cada una de las elecciones “adelantadas” (en rigor, propias, provinciales) se han impuesto las expresiones locales, los dirigentes que expresan a sus conciudadanos, más allá de que en el también periodismo “nacional” se pretenda hacer un reduccionismo cada vez menos consistente.
Y esas fuerzas provinciales habrán de expresarse en torno de las candidaturas presidenciables, siendo ésta la principal opción, ya que todos buscarán, en mayor o menor medida llevar a sus representantes al Congreso de la Nación, para hacer valer su voz tantas veces desoídas por el centralismo.
El Frente Renovador de la Concordia, que gobierna en Misiones desde comienzos de este siglo y acaba de revalidar hace poco más de dos semanas el respaldo ciudadano, podría llevar en su boleta nacional a un candidato a la presidencia. Y el nombre que se escucha es el de Sergio Massa, porque es de los presidenciables el que más se aproxima a la concepción renovadora (ahora neo renovadora) y esto se ha podido entrever en el mensaje dado por el actual ministro de Economía al convocar a su congreso partidario (partido también llamado Frente Renovador). De hecho pidió “generosidad” y “autocrítica”.
La autocrítica es una opción desconocida para la política argentina, ha sido casi tradicional la falta de ella, echando la culpa de todos los males al adversario que, por imperio del odio reinante, se ha transformado en “enemigo”. De modo que aspirar a una revisión de lo actuado, aun reconociendo “herencias”, es un paso saludable y renovador. En la oposición, la púnica actitud reflexiva se observa en el jefe de la ciudad de Buenos Aires Horacio Larreta. En tanto que el tercero en discordia, Javier Milei escapa de toda razonabilidad y exhibe conceptos pre modernos, que, acaso por imperio de la sociedad “líquida”, se transforman en el individualismo egoísta tan bien descripto por Zygmunt Bauman.
En esa gama de presidenciables, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner identificó a Massa como quien tomó “la papa caliente”, se hizo cargo de la crisis, o como dijo el propio Massa “le puso el cuerpo”. Pero con eso no basta, hace falta “generosidad” para acordar cuestiones básicas como «un gran acuerdo con toda la dirigencia política para resolver el tema deuda y dolarización de la economía» y «el crecimiento» como el segundo desafío.
No fueron los únicos hechos salientes en la semana que acaba de concluir.
Por caso, hubo un dato positivo en la educación misionera, que ha experimentado en los últimos tiempos profundas modificaciones. Ha logrado resultados positivos en lengua y matemática y las mejores performances se han logrado en “tanto en gestión pública y privada, rural y urbano, según sexo y en todos los sectores socioeconómicos, pero mucho más en los estudiantes de los sectores de más bajos ingresos”. Así lo destacó el ministro de Educación Miguel Sedoff.
Se trata de los resultados de las pruebas Aprender 2022 en la escuela primaria fueron presentados en la última reunión del Consejo Federal de Educación.
Supone el resultado de gestiones que no han cesado. Como tampoco lo ha hecho, las que llevó adelante el gobernador Oscar Herrera Ahuad, en Estados Unidos, para sumar inversiones en la industria maderera y en la preservación ambiental. En tanto con Sergio Massa se avanza en la Zona Especial Aduanera.