Juliana Sansaloni es la emprendedora detrás de «Amate Toda la Vida», un emprendimiento familiar multimarca de yerba mate que reúne cinco marcas con características propias. En Cadena de Noticias, explicó cómo nació la idea partir de su experiencia personal y familiar con el consumo de mate en distintos momentos del día y en diferentes formas.

En el envío televisivo hizo alusión a la marca Don Julián. «Es una de las marcas que más estoy vendiendo. El nombre es en honor a mi papá y tiene una historia que me emociona», reveló.
Sansaloni seguidamente se animó a contar algunos detalles del origen del nombre. Hace poco tiempo volvió a vincularse con su padre. «La última vez que había hablado con mi papá yo tenía 14 años y ahora tengo casi 38. Por distintas situaciones la vida nos alejó y me volví a reencontrar con él, ya tiene 84 años. Vive en Apóstoles», refirió.
La emprendedora, con la emoción a flor de piel, comentó que de todo lo que pudo hablar con su padre, le gustó que le dijera «que estaba orgullosa de mi, eso fue muy lindo». «Y yo creo ser una buena hija», se autodefinió.
El reencuentro añorado sucedió en septiembre del año pasado, cuando Sansaloni estaba buscando una marca para su producto. Tras ser rechazado Don Pedro, porque ya estaba registrado, se inclinó por bautizarla Don Julián, como su progenitor.
«Como toda persona grande, le cuesta demostrar emociones pero cuando me dijo que estaba orgulloso de mi, siento que me había dicho un montón. Fue el empujón que me faltaba porque yo siempre hubiera querido tener a mi papá al lado pero por circunstancias de la vida no fue así», expresó.
Muy apegada a las cuestiones familiares, la emprendedora tiene un punto de apoyo fundamental: su hijo Juan Pedro. El chico de nueve años es hoy su esencia motivadora. Además de ser su mejor asesor es su insobornable crítico. Su punto de partida y su punto de llegada. «Él es mi hijo adorado, mi hijo soñado», definió. La vida da muchas vueltas y en cada vuelta trae una sorpresa. A Sansaloni le trajo varias y disfruta de cada una, como muchas son las variedades de su yerba.

Sobre el producto
«Mate y Playa» es una de las marcas que forman parte del proyecto y se inspiró en un comentario de su hijo. «Siempre me decía ‘mami, vos tomás mate en la playa’ y de ahí surgió el nombre», explicó Sansaloni. La línea incluye una variedad para mate caliente y otra para tereré, con una molienda diseñada para un mejor rendimiento en cada preparación.

Otra de las marcas que integran la propuesta es «Don Julián», nombrada en honor a su padre. «Hace poco tiempo me empecé a vincular con él y, como es un señor grande, quedó como ‘Don’», señaló la emprendedora. En cada paquete de la marca hay un código QR que dirige a la página web con más información sobre el producto.
El emprendimiento también ofrece «Caricias de Mate», con una versión tradicional y otra suave, y «Mateite», una fusión de yerba mate con té verde. «Cada yerba tiene su identidad, aunque parezcan similares, todas tienen diferencias», afirmó Sansaloni.
El proyecto demandó varios meses de trabajo debido a las habilitaciones y el diseño de los envases.
Lancé la multimarca hace tres meses. Fue un fin de año movido porque dediqué mucho tiempo a concretarlo»
Además de consolidar las marcas actuales, Sansaloni busca expandirse a otras provincias y desarrollar una nueva variedad de yerba compuesta para atender la demanda de ciertos mercados. «Estoy tratando de llegar a esos lugares porque me di cuenta de que hay un público que busca este tipo de producto», comentó.
El proceso de emprender en el sector de la yerba mate presenta desafíos, especialmente en términos de inversión y logística. «Requiere mucho tiempo y dinero, no es fácil emprender con muchas marcas y hacerlo bien», expresó Sansaloni.
Sansaloni destacó la diversidad de formas en las que se consume el mate y cómo eso influyó en la creación de las distintas marcas. «Cada uno lo toma como le gusta: dulce, amargo o con infusiones. Yo me guié por lo que me gusta y por lo que quiero vender», concluyó.