“Siento en el corazón la ‘bendición’ que se esconde dentro de la fragilidad. Desde aquí la guerra parece aún más absurda”, escribió desde el hospital el Pontífice, que agradeció las oraciones por su salud que se están dando en todo el mundo; continúa con su terapia y sigue en pronóstico reservado
Después del nuevo susto del último viernes, cuando el papa Francisco, de 88 años, volvió a tener una crisis respiratoria por un broncoespasmo, un agravamiento que hizo temer nuevamente lo peor, el Papa no tuvo más episodios del estilo y se encuentra en “en condiciones clínicas estables”, tal como indicó el último parte médico.
“El Papa pasó una noche tranquila, aun descansa”, dijo este domingo a la mañana su vocero, Matteo Bruni, que más tarde contó que el papa Francisco, de 88 años e internado desde hace 17 días con neumonía bilateral, recibió la visita del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y de su número dos, el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra. No precisó ni cuánto tiempo se quedaron ni el motivo de la visita, que fue la segunda: el lunes pasado los dos dignatarios también estuvieron “en audiencia” con el Papa en el Gemelli, ocasión en la que le llevaron unos decretos de beatificaciones y canonizaciones para firmar y el Pontífice incluso convocó a un consistorio de cardenales por esos motivos, sin fecha. Esto creó especulaciones de todo tipo porque su predecesor, Benedicto XVI (2005-2013), conmovió al mundo al anunciar que renunciaba en un consistorio de este tipo, el 11 de febrero de 2013.
En un clima de menor aprensión, fuentes del Vaticano hicieron saber también que el Papa se despertó, desayunó tomando un café, leyó algunos diarios y “continúa con su terapia”. El parte de ayer volvió a repetir que sigue con pronóstico reservado -es decir aún no fuera de peligro- precisó que seguía haciendo ejercicios de fisioterapia respiratoria, que se alimentaba normalmente y que estaba “atento y orientado”. Indicó también que estaba sin fiebre y que alternaba ventilación mecánica no invasiva con largos periodos de oxigenoterapia de alto flujo. Se espera que en el parte de hoy -que será difundido cerca de las 18 locales-, el equipo médico presente algunas conclusiones de su estado al haber pasado esas 48 horas cruciales desde la crisis de broncoespamos que tuvo el viernes a las 14, cuando, por vómito, debió ser brocoaspirado, algo que, según explicaron, podría haberle causado una nueva infección. Aunque en el parte de ayer dejaron entender que ese cuadro no se estaba presentando vista la ausencia de leucocitosis, es decir, glóbulos blancos (cuyo aumento refleja una infección).
Por tercer domingo consecutivo, no hubo oración mariana del Angelus con el Papa físicamente presente -su frágil estado le impide asomarse desde un balcón del Gemelli, como hizo en su primera internación, de julio de 2021, por una cirugía abdominal-, pero envió desde allí un mensaje conmovedor. Después de comentar el Evangelio del día, escribió: “Hermanas y hermanos, les mando estos pensamientos todavía desde el hospital, donde como saben estoy desde hace varios días, acompañado por médicos y trabajadores sanitarios, a quienes doy las gracias por la atención con la que me cuidan”. “Siento en el corazón la ‘bendición’ que se esconde dentro de la fragilidad, porque precisamente en estos momentos aprendemos aún más a confiar en el Señor; al mismo tiempo, doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de compartir en el cuerpo y en el espíritu la condición de tantos enfermos y personas que sufren”, siguió.
“Quisiera agradecerles por las oraciones, que se elevan al Señor desde el corazón de muchos fieles de muchas partes del mundo: siento todo vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por todo el Pueblo de Dios. ¡Gracias a todos!”, continuó.
“Yo también rezo por vosotros. Y rezo sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda. Rezamos por la martirizada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu”, agregó, como suele hacer todos los domingos.
“Nos encomendamos confiados a María, nuestra Madre. Feliz domingo y ‘arrivederci’”, concluyó, sin despedirse con su habitual “recen por mí”, porque evidentemente yo lo había hecho antes al agradecer esa maratón de oraciones que no sólo hay en la Plaza San Pedro, en el Vaticano, todas las noches, sino también en muchas ciudades de todo el planeta, que sigue en vilo su estado.
En la parte anterior de su mensaje, cuando comentó el Evangelio del día, en el que Jesús hace reflexionar sobre dos de los cinco sentidos: la vista y el gusto. Hablando de la vista, pide entrenar los ojos para observar bien el mundo y juzgar con caridad al prójimo. “Dice así: ‘Saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano’. Solo con esta mirada de cuidado, no de condena, la corrección fraterna puede ser una virtud. ¡Porque si no es fraterna, no es una corrección!”, subrayó.
“Sobre el gusto, Jesús nos recuerda ‘cada árbol se conoce por su fruto’. Y los frutos que vienen del hombre son por ejemplo sus palabras, que maduran en la boca. Los malos frutos son las palabras violentas, falsas, vulgares; los buenos son las palabras justas y honestas que dan sabor a nuestros diálogos”, evocó.
Como se sabe que el Papa, más allá de su larga hospitalización -que nadie sabe cuándo podrá terminar- sigue informado y lee todas las mañanas algunos diarios, el Papa pareció aludir a muchos líderes políticos de la actualidad y, quizás, al escandaloso intercambio que tuvo el presidente estadounidense Donald Trump con su par ucraniano, Volodimir Zelensky, en Washington.
“Me parece que la situación parece bastante estable y que mejoró con respecto a ayer (viernes): los médicos han alternado la ventilación mecánica, que era un paso para atrás, con oxigenación de alto flujo; no tiene leucocitosis, que quiere decir que no tuvo un aumento de los glóbulos blancos, algo que es una señal positiva porque los glóbulos blancos suben cuando hay infección”, comentó ayer a LA NACION Annalisa Bilotta, médica del Hospital Internacional Salvator Mundi, de esta capital. “Parece que, además, que el Papa está siguiendo con la fisioterapia respiratoria, esta siempre atento y orientado, así que no veo una situación problemática como la de ayer. Se puede decir que ha mejorado con respecto a ayer, aunque los médicos mantienen su cautela y su pronóstico reservado”, añadió, analizando el parte.
El Vaticano hizo saber que este domingo la maratón del rezo del rosario que comenzó el lunes pasado en la Plaza San Pedro, será dirigida por el cardenal polaco Konrad Krajewski, limosnero de Su Santidad y llamado el “Robin Hood” del Papa porque años atrás ayudó a reestablecer la corriente eléctrica a un grupo de personas que ocupan un edificio de la periferia de Roma.
Por Elisabetta Piqué
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