A lo largo de todo 2024 se habló mucho de La Niña, se caracteriza por heladas y sequía. Sin embargo, al avanzar la primavera ese pronóstico fue perdiendo fuerza. Actualmente se fortalecen las predicciones de una circulación Neutral Fría, un fenómeno con características relativamente similares a una Niña débil.
A la comprensión de este aspecto, el climático, también apunta la campaña de prevención de incendios “No me quemés”, diseñada y puesta en marcha por el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables.
Para este diciembre, se estiman lluvias irregulares de entre 120 y hasta 150 mm para todas las zonas de Misiones, que representarían entre un 30% a 40% de déficit. Es decir, lloverá menos de lo previsto.
En cuanto a temperatura para el mismo mes, se espera que se ubique por encima de lo normal para el Norte y Centro (entre +0,5°C y +1°) y normal para el Sur. Es probable un diciembre con mayor presencia de sol y probabilidad de olas de calor.
Este panorama “ajustado” de lluvias, no permite acumular mucha humedad en el perfil del suelo y en la vegetación. Si a eso le suma cuatro o cinco días de altas temperaturas en las próximas semanas, se elevarían los índices de peligrosidad de incendio, por lo que habría que mantener una atenta vigilancia.
Toda esta información fue proporcionada por la Dirección de Alerta Temprana de Ecología, que adelantó que con relación a enero y febrero 2025, los pronósticos climáticos indican que todo continuaría de manera similar, con lluvias irregulares y por debajo a lo normal y en materia de temperaturas, valores por encima de lo normal y olas de calor.
Preparados para afrontarlo
“Este es el escenario que nos espera. Estamos preparados para afrontarlo. Pero este compromiso no es solo nuestro, sino de todos. Y otra cuestión: el cambio climático hace que el estado de situación pueda transformarse. Sin embargo, creo que si nadie prende fuego, no habrá incendios. Por eso estoy convencido de que la clave es la educación ambiental”, sostuvo el Director del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Luis Chemes, quien remarcó que de 2020 a la fecha la cantidad de incendios en Misiones se redujo en un 55%.
“Esta reducción se logró merced a una fuerte campaña de concientización, el trabajo articulado entre distintas instituciones y la incorporación de tecnología que nos permite la obtención de un volumen y análisis mayor de datos”, aseguró.
Chemes mencionó los últimos hitos provinciales relacionados con la prevención de incendios: “La creación de Alerta Temprana en 2016, la Planificación y Gestión Emergencias Ambientales en 2019, la Resolución de Quema Controlada y el Mapa de Gestión de Riesgos Ambientales en 2020, las capacitaciones que se intensificaron en 2021, la incorporación de otro helicóptero, junto con estanques y cisternas en 2022, el mismo año empieza el Comando Unificado de Emergencias, en 2023 la Ley XVI 158, que crea el Programa Provincial de Barrera Ambiental, y este año la incorporación de la flamante estación meteorológica en Apóstoles, que es la primera de cinco estaciones previstas para la provincia”.
Punto de inflexión
Chemes coincidió con el Director de Servicios Ambientales de la Subsecretaría de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Ecología, Iván Otiñano, en que el tornado registrado en San Pedro en septiembre de 2009 (con 11 víctimas fatales) se toma como punto de inflexión en cuanto a los efectos del cambio climático en Misiones.
“En los bosques nativos la situación cambió. No es lo mismo el monte de ahora que el de hace 15 o 20 años. Hemos tenido eventos de sequía extrema, donde la falta de humedad llegó al corazón de la selva. También lluvias y tormentas extremas. Incendios siempre hubo, pero tuvieron una escalada a partir de 2019, lo que coincidió con una sequía que empezó ese año y se extendió hasta 2021”, consideró Otiñano.
Señaló además que el cambio climático generó nuevas condiciones ambientales y que “el bosque nativo es vulnerable a la falta de humedad. En los últimos años el monte no pudo contener como ecosistema la escalada de los incendios”.
“Hemos tenido por un lado emergencia hídrica en distintos municipios y en otros desborde de ríos y arroyos. Todo eso es la marca del cambio climático, que está en marcha y nos golpea desde distintos cuadrantes”, completó.
“Es importante que estos temas se instalen en todos los medios, que se incorporen, como viene sucediendo, el pronóstico de tiempo diario, el índice de peligrosidad de incendios y el de rayos ultravioletas. También que se fortalezcan los sistemas de alerta temprana y que empecemos a pensar en cómo se va a desarrollar nuestra agricultura del futuro en este escenario, donde se van a registrar sequías más severas, que se van a extender en el tiempo”, opinó Otiñano. También mostró su preocupación por el abastecimiento de agua en los municipios en el corto plazo.
Por último, Chemes apuntó que con las precipitaciones de este año y de cara al verano que se viene, más que enfocarse en los bosques nativos hay que mirar con atención las situaciones de incendios que pueden darse en las zonas de interfase entre las ciudades o localidades y su entorno de monte o plantaciones, sobre todo en el Sur de la provincia. No obstante, reiteró que si prima el compromiso ciudadano, cualquier desafío que se presente podrá ser superado.