Porque la grieta propia del PRO se ha profundizado y amenaza con hacer estallar la alianza en el peor momento para las aspiraciones de sus integrantes: un año electoral como éste. Contrariando al ex presidente Mauricio Macri, el jefe de gobierno porteño y pre candidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta “se cortó solo” y decidió que las elecciones en la ciudad autónoma de Buenos Aires sean con boleta electrónica única, en coincidencia con las fechas de los comicios nacionales pero independiente de éstos.
La decisión de Larreta hizo ruido en el PRO donde salió a cuestionarlo un Macri cada vez con menor autoridad interna. Dijo que lo decidido por el jefe porteño era «una desilusión”. Para ello usó la opinión contraria de María Eugenia Vidal que se plegó rápidamente a la posición del ex presidente, en tanto Patricia Bullrich acentuaba su permanente enfrentamiento al jefe porteño. Y la fractura del PRO que parece inevitable se proyectó a los aliados, abriendo interrogantes sobre hasta qué punto se podrá sostener la alianza de Juntos por el Cambio, al menos con la composición que, a duras penas, mantuvo hasta ahora.
Se desconoce aún cuál será la postura de Jorge Macri, primo del expresidente, y precandidato por el PRO a la sucesión de Larreta, en lo que constituye otra “desobediencia”. Mauricio Macri pretendía que Jorge, de inmediato, se sumara a su cuestionamiento.
Curiosa e interesadamente salió a sumarse, “un sapo de otro pozo” como Ramiro Marra, candidato de la Libertad Avanza de Javier Milei. Afirmaba en las redes que “robaron las elecciones a Trump y a Bolsonaro con boleta electrónica como ahora propone Larreta”. Lo que sucede es que no podrá “colgarse” de una candidatura presidencial como la de Milei. Y acaso también ése sea uno de los propósitos de la jugada de Larreta: quitarle “la escalera” que lo sostiene. Porque los votos que crecen, “peligrosamente para JxC en Caba, se los lleva Milei”.
Ahora bien, no todos fueron críticas para Larreta. A los cuestionamientos del PRO y de libertarios se opusieron los respaldos del Radicalismo, que rápidamente emitió un comunicado apoyando la decisión de Larreta, que favorece la candidatura de Martín Lousteau. Y la Coalición Cívica hizo otro tanto. En ambos casos argumentando “transparencia de las elecciones”. No obstante a que este desdoblamiento, sólo se ejecutó una vez, en 2019, a pesar de estar contemplado en la reforma constitucional de 1994. El espacio de Lilita Carrió igualmente tiene su “corazoncito”: el candidato es el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós.
Los enfrentamientos, planteados abiertamente en las redes, no hacen más que proyectar sombras sobre JxC, comprometiendo su presente y su futuro.