El inicio de 2025 trae consigo una serie de desafíos y oportunidades para la economía argentina, marcada por una inflación persistente, ajustes en el mercado cambiario, e importantes movimientos en los sectores productivos. El contador y consultor, Sergio Fasano, analizó en Cadena de Noticias la situación actual y ofreció su perspectiva sobre lo que puede deparar el futuro.
Uno de los temas más relevantes en el debate económico es el aumento de la inflación. En el último informe publicado, la inflación alcanzó el 2.7% mensual, un dato que sorprendió al mercado. «El gobierno esperaba que la inflación se mantuviera por debajo del 2.5%, pero el índice fue superior», comentó Fasano. Este dato se vio reflejado en la reacción del mercado, con el riesgo país subiendo 60 puntos y el dólar libre alcanzando los máximos del año.
Ante esta situación, el gobierno implementó medidas como la baja del «culling PC» (devaluación controlada) del dólar oficial, pasando del 2% mensual al 1%. Fasano expresó su escepticismo respecto a la efectividad de esta medida, al afirmar que «aunque se presenten anuncios positivos, el mercado sigue sin creer completamente en ellos, especialmente cuando se ve un aumento en la inflación núcleo».
Sin embargo, existen señales positivas en la economía argentina. Las exportaciones de carne vacuna han mostrado un crecimiento notable, especialmente hacia nuevos mercados como China, Italia e India. «Las exportaciones de carne vacuna subieron un 14% en comparación con el año anterior, lo cual es un avance importante para diversificar los mercados», destacó Fasano. No obstante, la pérdida de mercado en Estados Unidos y Alemania es una preocupación, ya que estos países eran tradicionales compradores de carne argentina.
Otro dato alentador es la mejora en la capacidad instalada de la industria alimenticia y de bebidas. «La capacidad instalada no significa mayor producción, pero sí refleja inversión en el sector, lo que podría traducirse en una mayor productividad en los próximos años», explicó el consultor. Este tipo de inversiones podría contribuir al crecimiento en 2025, pero aún persisten desafíos en otros sectores clave.
Uno de esos sectores es la construcción, que muestra una caída significativa en su actividad. La producción de acero, cemento y la construcción en general cayeron un 18.1%, 15.6% y 23.6%, respectivamente, en comparación con el año anterior. «La caída de estos sectores, que representan aproximadamente el 20% de la economía, es una señal clara de la desaceleración económica», señaló Fasano. Este retroceso pone de manifiesto la falta de dinamismo en la economía productiva y genera incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para revertir esta tendencia.
En cuanto a la política monetaria, el gobierno ha emitido deuda a tasas de interés más altas, lo que busca reducir la base monetaria para contener la inflación. Fasano explicó que «esto muestra que el gobierno está aspirando pesos del mercado, con el objetivo de evitar una mayor presión sobre los precios y el dólar». Sin embargo, esta estrategia podría tener repercusiones negativas en el corto plazo, afectando la actividad económica.
Por último, el sector agropecuario enfrenta un panorama incierto. A pesar de los avances en las exportaciones de carne, la reciente cesación de pagos de una de las principales empresas agropecuarias del país, que adeuda cerca de 190 millones de dólares, muestra la fragilidad del sector. «El campo es el motor de la economía argentina, y si no se recupera, tendremos problemas serios en los próximos meses», advirtió Fasano. La situación del agro es un factor crucial para el futuro económico de Argentina.