El máximo tribunal hizo lugar a un planteo de AFIP. Suspendió la ejecución de la sentencia de Cámara que habilitaba a la empresa a no pagar el impuesto interno al tabaco.
La Corte Suprema ordenó que la Tabacalera Sarandí, de la que es dueño el «Señor del tabaco», Pablo Otero, comience a pagar el impuesto a los cigarrillos.
De esta manera el empresario deberá pagar el impuesto que logró evadir durante tanto años a través de presentaciones judiciales, luego de un planteo del Estado Nacional en la AFIP para dejar sin efecto una sentencia que la tabacalera había conseguido por parte de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal.
Qué dice el fallo de la Corte Suprema
Según el comunicado del alto organismo judicial, «la normativa que implementó dicho impuesto motivó una serie de acciones judiciales por parte de diversas empresas tabacaleras, con el argumento central de que, al establecerse un piso mínimo elevado en el impuesto, las empresas de menor tamaño se encontrarían en inferioridad de condiciones para competir con las grandes».
Y agrega: «El pasado 28 de mayo, la Corte dejó sin efecto cuatro medidas cautelares concedidas a Tabacalera Sarandí S.A., que frenaban el accionar del fisco para perseguir el cobro del impuesto interno al tabaco. En el acuerdo de Ministros siguiente, el 4 de junio, dejó sin efecto una medida cautelar similar, pero de otra tabacalera: Bronway Technology S.A».
En ese marco, la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal admitió la ejecución anticipada de la sentencia declarativa de inconstitucionalidad solicitada por Tabacalera Sarandí S.A.
El Máximo Tribunal entendió que ello resulta aplicable en este caso, pues la Cámara, con su decisión, “en la práctica, ha inhibido potestades fiscales por un monto excepcionalmente elevado y alterado el efecto del recurso interpuesto por la apelante contra la sentencia de fondo, requiriendo para ello solamente la caución juratoria de la parte apelada”.
Por eso, decretó la suspensión de la ejecución de la sentencia ordenada por la Cámara. De esta forma, ya no queda pendiente ninguna medida preventiva, cautelar o de ejecución anticipada que tramite ante la Corte, que le impida al fisco determinar y percibir el tributo contra Tabacalera Sarandí S.A.
Los privilegios del «Señor Tabaco»
La empresa de Otero desde hace tiempo es mirada de reojo porque cuenta con medidas cautelares para evitar el pago del impuesto interno mínimo y porque logró en la Justicia contencioso administrativa que no se le apliquen las normas que permiten registrar los movimientos de tabaco internamente en Argentina.
El empresario posee al menos 19 sociedades en todo el mundo: empresas constituidas en Estados Unidos, Brasil, Panamá y Saint Kitts and Nevis. Muchas de estas sociedades tienen participación de otros miembros de la familia Otero, como Adrián y Silvia Alejandra, así como de Guadalupe Saldungaray, quien se presume es su pareja.
Otero, además del intento de ser sancionado a través de la Ley Bases, enfrenta una denuncia de Luis Eugenio Guinle, presidente de la Cámara Argentina Nacional de Empresas Tabacaleras, por cohecho agravado, incumplimiento de los deberes de funcionario público, evasión y lavado de activos.
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