La Asociación Civil de Productores Yerbateros del Norte (ACPYN) expresó su repudio a la decisión de algunos directores del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) de despedir trabajadores, medida que —según señalaron— afecta áreas estratégicas del organismo y a personas con una extensa trayectoria laboral. El pronunciamiento fue emitido el 31 de diciembre desde Comandante Andresito.


Desde la entidad remarcaron que los trabajadores desvinculados cumplían funciones esenciales y sostenían un vínculo permanente con los productores. “Los trabajadores despedidos no solo cumplen funciones esenciales, sino que han sido, durante años, un nexo permanente con los productores”, indicaron, al tiempo que mencionaron tareas vinculadas a registro, prensa y fiscalización.
En particular, ACPYN alertó sobre el impacto en el área de fiscalización, considerada clave para el control de calidad de la materia prima. En el comunicado señalaron que se trata de un sector “construido con esfuerzo colectivo, vocación y profesionalismo”, y subrayaron que su debilitamiento compromete el funcionamiento del sistema de control.
La asociación también sostuvo que la calidad es un factor central para el sostenimiento del consumo. “La calidad es el único factor que garantiza la confianza de los consumidores, su fidelidad y el crecimiento sostenido del consumo”, afirmaron, y advirtieron que desmantelar el área encargada de resguardar ese control afecta al último eslabón de la cadena yerbatera.
En el documento, ACPYN contextualizó la situación señalando que el INYM funcionaba plenamente hasta diciembre de 2023. Según expresaron, tras la asunción del presidente Javier Milei “se decidió quitarle facultades al Instituto y paralizar su accionar”, lo que derivó en un proceso de vaciamiento institucional que —indicaron— se profundiza con estas decisiones.
Finalmente, la entidad consideró grave que las medidas se adopten en esta época del año y reclamó precisiones sobre los despidos. “Exigimos explicaciones claras y decisiones responsables”, manifestaron, y concluyeron que “defender el trabajo, la calidad, la trayectoria y el rol estratégico de estas áreas es defender la historia, la transparencia y el futuro del sector yerbatero”.




