El presidente arribó cerca de las 23.21 a la ciudad patagónica, acompañado por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el ministro de Defensa, Luis Petri; y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Al bajar del avión, el jefe de Estado saludó al personal militar y a trabajadores del aeropuerto. Luego mantuvo un encuentro con la generala Richardson, del que también participaron el embajador de EEUU en Argentina, Marc Stanley y el ministro de Defensa, Petri.
«La soberanía no se defiende con aislacionismo»
Minutos después de la medianoche, el mandatario habló en un improvisado acto, acompañado por los representantes de Estados Unidos, Richardson y Stanley, a quienes les agradeció por la visita.
«Si bien esta visita no estaba programada en principio, no queríamos dejar de aprovechar la ocasión para darle la bienvenida a la Argentina a la general Richardson, comandante jefa del Comando Sur de Estados Unidos y expresar su agradecimiento por su visita y por el apoyo que el gobierno de EEUU ha demostrado a este nuevo gobierno», dijo Milei.
Además, remarcó que el objetivo del viaje a Ushuaia es «para monitorear los avances en el desarrollo de la base naval integrada y seguir fortaleciendo la relación de amistad y colaboración».
El mandatario aprovechó para resaltar que «más allá de los vaivenes políticos tanto aquí como allá, los argentinos como pueblo tenemos una afinidad natural con EEUU. Ambos pertenecemos a la tradición occidental», dijo en clara alusión a las diferencias que mantiene con la posición política del gigante asiático, China, a quien evitó nombrar.
El presidente señaló que ambos países tienen una cultura e historia política «en buena parte compartida, que tiene su base en la defensa de la libertad y la vida privada, que fueron los estandartes de los padres fundadores de ambas naciones cuando diagramaron sus primeras constituciones». Al mismo tiempo, destacó que debería «darnos orgullo esa tradición» porque «permitieron que la humanidad evolucionara a pasos agigantados».
Milei sobre la base naval integral con EEUU: «Convertirá a nuestro país en la puerta de entrada al continente blanco»
Sin embargo, afirmó que «tristemente, hace muchos años Argentina se apartó de estas ideas e insistió por un siglo con valores contrarios. Hoy las estamos volviendo a abrazar, pero veo con preocupación cómo occidente corre peligro, en parte por darle la espalda a esas ideas. Por eso hoy más que nunca hay que reforzar los lazos de amistad entre quienes sostenemos estos valores».
El jefe de Estado reafirmó que el encuentro en Tierra del Fuego busca «ratificar el desarrollo en la base naval integrada, un gran centro logístico que se constituirá el gran de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestro país en la puerta de entrada al continente blanco». Según dijo, la obra permitirá desarrollar la economía local, brindar apoyo logístico y con reparaciones a buques que operan en el Atlántico Sur y permitirá que navíos y rompehielos puedan acceder en Ushuaia a reparaciones antes de seguir con su travesía.
«Estamos convencidos que la soberanía no se defiende con aislacionismo y discursos rimbombantes sino con convicción política y construyendo alianzas estratégicas con quienes compartimos una visión de mundo», dijo y llamó a reforzar la alianza estratégica con EEUU, a quienes agradeció una vez más por la visita. «Esperemos que estos primeros pasos sean el comienzo de una relación especial entre ambas naciones», cerró.
El mandatario tomó la decisión de viajar a la provincia fueguina para reunirse con la generala, quien se encuentra en la Patagonia cumpliendo una de las actividades de su abultada agenda. En Ushuaia, Richardson visitará al personal militar local para conocer sus misiones y el papel que desempeñan en la salvaguardia de rutas marítimas. (ambito.com)