Misiones sigue acentuando su perfil independiente y diferenciador del contexto nacional, con decisiones que sostienen producciones tradicionales, al tiempo que se incursiona en las que forman parte de la economía del conocimiento.
En ese marco, el Estado ha prestado especial atención al desempeño de la actividad yerbatera, luego de haber logrado un laudo “histórico” que definió el precio de la materia prima, atendiendo los costos que afrontaba el productor, cuya rentabilidad esta vez sí fue tenida en cuenta. Pero como todo nunca puede ser en una sola dirección, parte de la industria, que se negó a acordar localmente ese precio para la materia prima, ahora pretende ejercer su poder retaceando el pago, pretende abonarlo a 180 días, es decir dejar transcurrir 6 meses en los que la inflación volverá a limar la rentabilidad del plantador.
Ni siquiera tienen en cuenta que, de hecho, el productor ha venido trabajando con una rentabilidad muy mermada, porque la actualización de precios recién la logran para la cosecha gruesa que comienza en este mes de abril. Además, una prolongada sequía afectó seriamente las plantaciones, lo que a su vez incidió negativamente, también, en la actividad de los tareferos para la que también el Gobernador solicitó el pago de una intercosecha extraordinaria de tres meses.
Oscar Herrera Ahuad anticipó que habrá un financiamiento para cooperativas y pequeños secaderos de manera que puedan cumplir con el pago de los precios determinados por el laudo de Nación. Quiere un “precio justo” para la hoja verde y canchada, de modo que derrame beneficios en la economía yerbatera.
Con haber adquirido protagonismo esta producción tradicional, no fue la única en la que intervino directamente el Gobierno, porque, como lo ha venido haciendo, adelanta pagos a los tabacaleros, cuyas plantaciones también sufrieron por efecto de la sequía al punto que se espera una cosecha menor.
Estas decisiones forman parte del perfil misionerista de la gestión del Frente Renovador. Y constituye el mensaje que esa fuerza política da también en la campaña que propone un nuevo mandato para Hugo Passalacqua en el Gobierno. De hecho, Passalacqua se ocupa de ratificarlo: “La Renovación no responde a ningún Jefe de Buenos Aires porque Misiones tiene soberanía de pensamiento”. Y autonomía en la acción. Por eso está tan distante de la “grieta” nacional. Es más no hay “grietas” tampoco a nivel provincial.
El ideario que se fue creando en la acción, privilegió siempre el interés provincial, fundamento éste seguramente del sostenido crecimiento operado en más de dos décadas al frente del gobierno. Misiones dejó de ser “periférica” como la habían hasta calificado otrora sus propios gobernantes. Y creció en todas direcciones, con sus economías regionales: yerba mate, té, tabaco, foresto industria. Y desarrolló las que nunca terminaban de definirse, como el turismo, la industria metalmecánica. La industria cinematográfica y de las artes audiovisuales fue otra iniciativa de crecimiento exponencial.
Con creatividad comenzó a desandar también las actividades que engloba la economía del conocimiento. Passalacqua las conoce a todas, porque ha desandado una y otra vez la provincia, hablando con su gente. Desde el vecino, al industrial, el colono o el productor. No de ahora, sino desde siempre, desde cuando era gobernador, o después con el cargo de diputado provincial que tiene hasta diciembre de este 2023.