Así lo dejó plasmado el Estudio sobre Consumo y Percepciones en Torno a la Energía, de la Fundación Colsecor, realizada entre el 11 y el 27 de noviembre del 2022, en la cual los argentinos respondieron una serie de preguntas acerca de la eficacia energética, y el 63% indicó que al momento adquirir un electrodoméstico, es importante que el mismo ahorre recursos energético, mientras que en el estudio se afirma que solamente 60% del país accede al gas natural y los lugares que lo perciben, son grandes ciudad.
Respecto a la afirmación sobre la charla relacionado al ahorro energético, el 87% establece métodos de economización, y resaltan que del rango etario de 60 años o más, están mucho más de acuerdo que quienes están entre los 15 y 24 años.
Mientras que por otra parte el 84% de las personas encuestadas acuerda con que “en el país no hay suficiente disponibilidad de dispositivos que permiten adoptar un estilo de vida ecoeficiente” tiene un acuerdo de 86% (59% muy de acuerdo y 27% algo de acuerdo).
Tiene buena aceptación la afirmación “si las personas tienen buena información priorizan consumos de energía ecoeficientes”: 82% de acuerdo (45% muy de acuerdo y 37% algo de acuerdo).
Cuando se indaga sobre la valoración de la afirmación “es muy costoso tener un consumo energético ambientalmente sostenible”, el porcentaje de acuerdo asciende a 79% (47% muy de acuerdo y 32% algo de acuerdo).
Las personas encuestadas manifestaron un 76% de acuerdo en relación a que “la sociedad está avanzando hacia formas de consumo de energía más responsables” (30% muy de acuerdo y 46% algo de acuerdo).
Por último, resulta significativo resaltar que la afirmación “mi consumo energético no va a mejorar ni empeorar la situación ambiental” tiene niveles menos significativos de aceptación: 52% (20% muy de acuerdo y 32% algo de acuerdo), en tanto un 43% manifiesta estar en desacuerdo (20% algo en desacuerdo y 23% muy en desacuerdo).
Las personas jóvenes parecen tener más conciencia sobre cómo su consumo energético 88impacta en el ambiente que los adultos de 60 años y más.
Por otra parte se destaca que no todos los argentinos accede a todos los servicios, «mientras mas chica la localidad , menos acceso al gas natural» afirman en el informe
Respecto al acceso en las casas argentinas el 88% son de electricidad de red, el 72% de agua de red y el 60% de gas natural. En contraparte en menor medida los argentinos utilizan gas de garrafa en un 35%, petronio y derivados (como nafta y gasoil) 9%, leña un 5%, mientras que energía fotovoltaica (paneles solares) y biocombustibles (biodiesel, bioetanol y biogas) ambas un 1%.
Quienes reportan acceder más al gas en garrafa, decrece a medida que las ciudades son más grandes. Así, en las ciudades de menos de 10 mil habitantes, las personas reportan un acceso del 40%, pero en las ciudades de más de 100 mil habitantes el acceso es de 31%. Las personas usan gas en garrafa, principalmente, porque no tienen otra opción (22%), porque es lo que siempre usaron en su casa (12%) y porque es accesible en la zona en la que viven (8%).
El tamaño de las ciudades incide de manera variable: mientras que en las ciudades más pequeñas de menos de 10 mil habitantes el acceso a la electricidad de red y el agua de red es más alto que en las demás, en el caso del gas natural es a la inversa: tiene menos acceso que las ciudades grandes.
De los datos recabados se desprende que a las fuentes de energía más precarias (gas en garrafa y leña) acceden más y son más consumidas en los hogares en las ciudades más pequeñas (ya sea de menos de 10 mil habitantes o de entre 10 y 35 mil), entre quienes tienen entre 25 y 39 años, quienes no han completado estudios secundarios y por las mujeres.