BUENOS AIRES. En el Cine Gaumont de la Ciudad de Buenos Aires, se estrenó la película misionera «Basilicia, cuando la historia la escriben los que luchan», co-dirigida por Gustavo Carbonell y Gastón Gularte, y cuenta con el apoyo del INCAA y del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM). El viernes 11 y sábado 12 de abril, se proyectará en Complejo Cultural Guido Miranda, de Resistencia, Chaco, y el miércoles 23 de abril a las 20.00 en el Imax del Parque del Conocimiento de Posadas.

En el debut nacional estuvieron presentes, entre otros, el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el Embajador de Ucrania en Argentina, Yurii Klymenko; un luchador histórico del Movimiento Agrario de Misiones (MAM), Eugenio Kasalaba; el secretario general del MAM; Salvador Torres, parte del equipo, y gran cantidad de público que colmó la sala.

Antes de la proyección, Pérez Esquivel destacó el trabajo profundo de investigación realizado para rescatar la historia de «esta joven de 14 años que fue asesinada en la Masacre de Oberá, ocurrida en 1936, por defender los derechos de las y los campesinos que reclamaban precios justos para sus productos.

Recordó y lamentó que la situación que retrata el Docuficción «Basilicia», es la misma que pasa actualmente con las familias yerbateras,»con este gobierno nacional que trata de destruir lo que tanto trabajo le costó al pueblo argentino. Recuerdo haber participado entre 2001 y 2002 de las protestas de los yerbateros reclamando que sus productos sean reconocidos con mejores precios, y por eso realizaron el famoso tractorazo, y se trasladaron de sus pueblos hasta la plaza central de Posadas, un reclamo que hoy continúa».
Expresó su deseo de que la lucha de «esa joven no haya sido en vano, y que el rescate de su figura nos ilumine para las luchas que nos esperan en pos de rescatar la República».

Antes de terminar pidió que entre todos y todas «ayudemos a fortalecer la cultura y el Incaa que el gobierno de Milei está destruyendo y desfinanciando, y eso no puede ser. Por eso hago un llamado a resistir; pero con esperanzas!», enfatizó el histórico luchador que fue ovacionado.
Una historia silenciada durante décadas
«Basilicia…» -interpretada por Natalia Borges- es una realización de alta factura. Tanto por el contenido que le imprime la profunda investigación -como dijo Pérez Esquivel- como por el trabajo técnico y estético, y la impresionante fotografía que realza la historia.
Pone luz en el papel que tuvieron las mujeres en las luchas campesinas y está centrada en un episodio clave de la historia misionera a través del relato de Basilicia Sawicki, una adolescente hija de inmigrantes ucranianos, asesinada durante la represión por las fuerzas policiales y sectores civiles en la que fue la primera protesta agraria en la historia de Misiones, ocurrida en 1936.
La obra documentada y ficcionada conmueve profundamente. No se puede ser indiferente al relato de la historia que se mantiene viva en la memoria colectiva, y al coraje de una jovencita asesinada durante la represión ocurrida en Oberá en 1936, y que se convirtió en símbolo de la lucha por los derechos de los campesinos en Misiones.
Derechos que después de más de 80 años vuelven a ser violentados al poner en disputa el precio de la yerba, una de las principales riquezas de Misiones. Como aquella vez, a principios de marzo de este año, las familias trabajadoras se organizaron y salieron a la calle para exigir precios justos para sus productos. Y aunque afortunadamente en esta protesta no hubo muertes, la respuesta fue reprimida con las fuerzas policiales y desalojaron a los trabajadores de las rutas.

En aquella oportunidad, la historia de Basilicia fue silenciada durante décadas -como suele suceder mayoritariamente cuando de mujeres se trata-; pero se pudo reforzar su voz a través de la reconstrucción del equipo co-dirigido por Carbonell y Gularte con investigaciones y testimonios de historiadores, productores agrícolas y antropólogos.
Párrafo aparte merece la intervención de Martín Gonzalo Estévez, sobrino nieto de Basilicia, que aporta una conexión íntima con el pasado, brindando al relato una dimensión más personal.
Este amalgama entre documental y ficción merece ser visto para conocer esta historia sobre lo que nos pasó como pueblo, y para comprender el presente de resistencia y lucha que nunca es en vano, aunque a veces cuesten vidas y lleve su tiempo. En el caso del producto madre de la tierra colorada, alguna vez tendrá que darse vuelta la taba para que el precio justo, sea justo de verdad y se tenga en cuenta especialmente el trabajo esforzado de los y las tareferos, el eslabón más débil de la cadena, que a esta altura de la historia siguen subsistiendo casi como en la época de la esclavitud. (Texto y Fotos: Patricia López Espínola)