El papa Francisco aseguró que «sí» se podría revisar la disciplina del celibato, al considerar a la norma en la iglesia occidental como «una prescripción temporal».
«En la Iglesia Católica hay sacerdotes casados: todo el rito oriental es casado. Todo. Todo el rito oriental. Acá en la Curia tenemos uno, hoy mismo me lo crucé, que tiene su señora, su hijo», planteó el pontífice en una entrevista con Infobae al ser consultado sobre el celibato.
Si bien el Papa considero que «no» cree que revisar la norma pueda hacer que más gente se sume al sacerdocio, sí sostuvo que «no hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar.»
«El celibato en la iglesia occidental es una prescripción temporal: no sé si se resuelve de un modo o de otro, pero es provisoria en este sentido; no es eterna como la ordenación sacerdotal, que es para siempre, te guste o no te guste. Que dejes o no dejes es otro tema, pero es para siempre», amplió Francisco.
Así, en un marco en el que aseveró que «en cambio el celibato es una disciplina», respondió que «sí, sí» podría revisarse.
«De hecho todos los de la iglesia oriental están casados. O los que quieren. Ahí hacen una opción. Antes de la ordenación la opción por casarse o por ser célibes», argumentó.
En otro pasaje de la entrevista, al condenar actitudes machistas, el Papa agregó que «a veces el celibato te puede llevar al machismo».
En enero de 2019, en una conferencia de prensa al regreso de un viaje a Panamá, Bergoglio parafraseó una frase del santo Pablo VI: «Prefiero dar la vida antes de cambiar la del celibato»
De todos modos, Francisco sí admitió la posibilidad de alguna apertura «en las localidades más remotas», entre las que incluyó a «las islas del Pacífico».
El pedido para la revisión del celibato es encabezado por la Iglesia alemana, que en su Asamblea Sinodal de esta semana votó casi por unanimidad del texto de acción «El celibato de los sacerdotes – confirmación y apertura», incluidos 44 de los 60 obispos que participaron del denominado Sínodo de la institución germana.
Francisco comparó al gobierno de Nicaragua con las «dictaduras» comunistas y de Hitler
El Papa comparó al Gobierno de Nicaragua con las «dictaduras» comunistas o el régimen nazi de Adolf Hitler, al tiempo que criticó el encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez en el país centroamericano y lo atribuyó al «desequilibrio» del presidente Daniel Ortega.
«Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige. Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio», planteó el pontífice en la entrevista que publica Infobae sobre el prelado condenado el mes pasado a 26 años de prisión.
Para el Papa, la situación en Nicaragua «es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera a traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas».
«Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas. Guarangas», calificó Jorge Bergoglio, en medio de las persecuciones que han sufrido miembros e instituciones de la Iglesia y otros sectores políticos y sociales de parte del gobierno de Ortega.
En febrero, Francisco había recordado a Álvarez apenas fue condenado a 26 años de prisión, y reclamó un «ejercicio paciente del diálogo» en el país latinoamericano para alcanzar la paz al tiempo que pidió soluciones a los «responsables políticos» de la crisis.
«Las noticias que llegan de Nicaragua me han entristecido no poco. Y no puedo no recordar aquí con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Roland Álvarez, a quien quiero tanto, condenado a 26 años de cárcel», planteó el pontífice en aquella oportunidad tras pronunciar la oración dominical del Ángelus en el Vaticano.
El mes pasado, Álvarez fue condenado en Nicaragua a 26 años y cuatro meses de prisión imputado con cargos de conspiración, propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones agravadas y desacato a las autoridades.
Álvarez estaba detenido por las autoridades desde el pasado 19 de agosto en arresto domiciliario, y desde el 9 de febrero en la cárcel La Modelo de Tipitapa, luego de negarse a abordar el avión junto a otros presos políticos que fueron deportados a los Estados Unidos.
En 2018, monseñor Rolando Álvarez había formado parte de la comisión de diálogo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua que buscaba mediar entre el gobierno y los opositores a las políticas ejercidas en la Nación.
En 2022, el gobierno de Nicaragua también expulsó del país al nuncio apostólico y a 18 religiosas de la Orden de las Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta.
Además, cerró diversos medios de comunicación católicos. Y el pasado 8 de febrero quitó la ciudadanía y desterró a seis sacerdotes, y aún permanecen encarcelados otros dos presbíteros.
(Fuente: Télam)