En la actualidad, muchas personas buscan alternativas para mejorar su bienestar emocional y físico. Una de las terapias que ha ganado popularidad es la de las flores de Bach, un sistema natural creado por el médico inglés Edward Bach en la década de 1930. Esta terapia se basa en el uso de esencias florales para tratar desequilibrios emocionales que, según algunos estudios, pueden manifestarse en enfermedades físicas.
En Cadena de Noticias, la farmacéutica Fernanda Bongers, egresada de la Universidad Nacional de Misiones, explicó cómo las terapias complementarias, como las flores de Bach, pueden integrarse a los tratamientos convencionales para ofrecer un enfoque más amplio al cuidado de la salud. Según Bongers, “el abordaje integral del paciente permite brindarle todas las opciones, tanto la alopatía como la homeopatía y las terapias vibracionales, para complementar los tratamientos tradicionales”.
Bongers explica que las flores de Bach no sustituyen los tratamientos médicos convencionales, sino que los complementan. “Estas terapias tienen como objetivo tratar las emociones negativas no gestionadas, que pueden derivar en enfermedades físicas. Por eso es importante que el paciente conozca que existen estas opciones”, señala.
El sistema de las flores de Bach se compone de 38 esencias florales, cada una dirigida a diferentes estados emocionales. “El tratamiento se personaliza según la condición emocional del paciente, ya que las flores se agrupan en siete categorías, como miedo, soledad y desesperanza. Por ejemplo, para un paciente con ansiedad o estrés, se recomienda una combinación específica de flores”, explica Bongers.
La aplicación de las flores de Bach es sencilla, ya que se administran en forma de gotas sublinguales. Bongers indica que “el tratamiento no tiene efectos inmediatos, pero con el tiempo, ayuda a equilibrar las emociones y mejorar el bienestar general del paciente”. El proceso de evaluación es constante, ya que se monitorea la evolución de las emociones a lo largo del tiempo.
Bongers resalta que las terapias complementarias, como las flores de Bach, deben ser supervisadas por profesionales de la salud. “El tratamiento debe ser guiado por un médico, psicólogo o terapeuta holístico. Las flores de Bach son una herramienta más dentro de un abordaje integral”, puntualiza la farmacéutica.
Asimismo, las flores de Bach ofrecen una alternativa terapéutica que complementa los tratamientos médicos tradicionales. Estas esencias florales, al enfocarse en las emociones, buscan equilibrar los aspectos mentales y emocionales de las personas, contribuyendo así a su bienestar general. Para aquellos interesados en estas terapias, se recomienda siempre consultar con un profesional de la salud para un tratamiento adecuado y personalizado.