La psicóloga, Romina Boretto, que pertenece al Servicio de Salud Mental del Hospital Escuela, explicó: “La depresión es un trastorno mental caracterizado por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento. Es considerada una de las patologías más frecuentes en Atención Primaria y es la primera causa de atención psiquiátrica y de discapacidad derivada de problemas mentales.”
Asimismo, la profesional resaltó la importancia de brindar acompañamiento integral a los pacientes. Además, aconsejaron realizar el proceso de diagnóstico y tratamiento adecuado acompañado de profesionales del área.
De esta forma se señaló que los síntomas de esta afección: “Los principales síntomas de la depresión son la tristeza patológica, la pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar y una disminución de la vitalidad que limita el nivel de actividad y produce un cansancio exagerado.”
Además, agregó que pueden aparecer otros síntomas, como los sentimientos de culpa o de incapacidad, la irritabilidad, el pesimismo ante el futuro, las ideas de muerte o de suicidio, la pérdida de confianza en uno mismo o en los demás, la disminución de la concentración y la memoria, la intranquilidad, los trastornos del sueño y la disminución del apetito y de la libido, entre otros.
¿Por qué se produce la depresión?
Boretto aclaró que, salvo algunos casos de depresión asociada a enfermedades orgánicas (enfermedad de Parkinson, tuberculosis, oncológicas, etc.), la depresión se produce generalmente por la interacción de unos determinados factores biológicos (cambios hormonales, alteraciones en los neurotransmisores cerebrales como serotonina, noradrenalina y dopamina, componentes genéticos, etc.), con factores psicosociales (circunstancias estresantes en la vida afectiva, laboral o de relación) y de personalidad.
Las depresiones pueden clasificarse en 3 tipos:
- La depresión mayor tiene un origen más biológico, con un mayor componente genético y menor influencia de factores externos. Puede aparecer de manera recurrente y, en algunos casos, guarda una cierta relación con la estación del año.
- En contraposición, existe la depresión reactiva, causada por una mala adaptación a circunstancias ambientales estresantes.
- La distimia, que se caracteriza por un cuadro depresivo de intensidad menor a los anteriores, de evolución crónica (más de dos años), sin periodos asintomáticos y con sentimientos de incapacidad y somatizaciones.
- La depresión “enmascarada”, que en vez de manifestarse con los síntomas ya referidos, aparece como molestias orgánicas -somatizaciones- o cambios en la conducta.
La profesional agregó que “encontrarse en un momento determinado más triste o con el estado de ánimo más bajo no es suficiente para un diagnóstico de depresión.” Para eso, es preciso que la intensidad de los síntomas, su duración (al menos 2 semanas) y la incapacidad que generan sean de una entidad suficiente como para afectar el normal o adecuado funcionamiento de la persona.
Diferencias entre la tristeza y los cuadros depresivos
Es importante hacer una diferencia entre la tristeza y depresión patológica en varios aspectos:
- En la depresión siempre hay baja autoestima y desamor personal; en la tristeza la persona sigue queriéndose a sí misma.
- En la depresión predomina un sentido de autodestrucción; en la tristeza no.
- La persona depresiva busca aislamiento y soledad afectiva; la persona triste permanece conectada con su entorno.
- En la depresión la persona presenta un estado de ánimo bajo que afecta todas las áreas de su vida (social, sexual, laboral, familiar); en la tristeza, aunque el rendimiento disminuye un poco, la persona sigue con sus actividades .
- La depresión dura meses, años; la tristeza no suele pasar de una a dos semanas.
En este sentido, por lo antes mencionado, resaltó que “es de fundamental importancia realizar el proceso diagnóstico correspondiente; en primera instancia, realizamos las entrevistas de admisión con un equipo interdisciplinario conformado por Médico Psiquiatra y Psicólogo; luego continúan instancias de evaluación diagnóstica; y cuando se define el cuadro psicopatológico, se determina el tratamiento a seguir, el cual puede ser psicoterapéutico, psicofarmacológico o la combinación de ambos de acuerdo al subtipo de depresión por la que atraviese la persona”.