Es la bisagra a partir de la cual en Argentina empieza una conciencia ambiental que evoluciona en el 2000, en el 2010 se adoptan leyes nacionales y algunas provinciales. Y a escala global se advierte que la Inteligencia artificial, la digitalización de la vida social, están generando un cambio en las condiciones productivas del planeta. Las reflexiones son del doctor en filosofía y letras y magister interdisciplinario de energía César Villena, a quien entrevistó Sonia Weisheim en el envío Ambiente, Sociedad y Sustentabilidad que se emite por la señal de C6Digital.
Villena hablaba de la tesis desarrollada a partir del interrogante de porqué las empresas que contaminan no son penalizadas en la Argentina. La investigación lo llevó a determinar que es el Estado el que sostiene la estructura industrial que da empleo y su transformación demandaría una mayor inversión, es decir tendría un muy alto costo.
No obstante, aquello ha sido como ha sido el desempeño industrial pero desde lo que llamó la segunda revolución industrial, a nivel global, la demanda de una enorme cantidad de energía encuentra un límite que antes no tenía: “no debe contaminar el ambiente, primera condición y segunda condición no debe contribuir al cambio climático, es decir debe evitar la emisión de gases de efecto invernadero”.
Agrega Villena: “acá parece una segunda pata de la cuarta Revolución Industrial que es desarrollo de tecnologías verdes para la producción de energías renovables”. Al mismo tiempo se va poniendo en la agenda mundial la necesidad de ir hacia una transición energética hacia la descarbonización.
“Entonces lo que se pone sobre la mesa -me parece a mí- por primera vez en historia del planeta es un un proceso de transición energética con una fuerte regulación jurídica, atravesada por la defensa de los derechos”, precisa.