En diálogo con Cadena de Noticias, Alina Fernández Lucius, directora de Estudios del Secundario Orientado en Economía y Administración del IPESMI, explicó que la institución busca un equilibrio entre exigencia académica y contención. “No se trata de que egresar sea fácil, sino de que haya un marco de contención mejor estructurado”, afirmó, destacando que el objetivo es brindar a los estudiantes un acompañamiento constante a lo largo de su trayectoria escolar.
La directora detalló la estructura del instituto. El bachillerato en Economía y Administración, con una duración de cinco años, funciona en la sede de calle Salta, mientras que la escuela técnica, que ofrece orientaciones en Informática Profesional y Construcción de Embarcaciones Livianas, está en el campus de Jauretche y López y Planes. “Son dos propuestas educativas diferentes, con jornadas y enfoques distintos”, indicó, diferenciando la jornada simple del bachillerato de la jornada doble de la escuela técnica y la extensión de los contenidos en seis años.

Sobre el ingreso al secundario, Fernández Lucius explicó que se realiza mediante entrevistas personales y evaluaciones de perfil, buscando conformar grupos equilibrados que permitan un buen desarrollo académico y social. Además, aclaró que no se aceptan alumnos repetidores para mantener un nivel académico medio-alto: “No se acepta a quienes hayan repetido; deben buscar otro establecimiento”.
Hoy en día tenemos mucha neurodiversidad, por eso entrevistamos a los chicos y pensamos los grupos según los perfiles para que puedan adaptarse bien”

La participación de las familias es otro eje de la gestión. La directora destacó que la colaboración de los padres permite un seguimiento más efectivo. “Nos sirve que estén, porque es bueno trabajar en conjunto. Pero hay otras familias que depositan al niño y se desentienden. Entonces insistimos: convocamos reuniones, mandamos escritos y hacemos seguimientos desde el equipo psicopedagógico”, explicó, mostrando cómo se integra la familia al proceso educativo.

En cuanto al uso de la tecnología, el instituto implementó desde 2024 un reglamento que prohíbe el uso de celulares en el aula y en el edificio escolar. “No se puede usar el celular en el aula ni en el edificio. Si lo veo, se retiene por 48 horas”, afirmó Fernández Lucius. Los alumnos deben dejar sus dispositivos en casilleros bajo llave, lo que, según la directora, permitió mejorar la participación en clase, fomentar la comunicación entre estudiantes y aumentar la concurrencia a la biblioteca.

Sobre la integración de la tecnología en la enseñanza, la directora explicó que los alumnos utilizan computadoras para realizar trabajos escolares, incluyendo herramientas de inteligencia artificial, pero deben demostrar comprensión del contenido.
Tenemos un aula de informática con conexión a internet y trabajamos con herramientas digitales, pero los alumnos deben defender oralmente los trabajos hechos con inteligencia artificial para comprobar que comprendieron el contenido”, dijo, mostrando cómo la institución combina recursos tecnológicos con aprendizaje crítico.

Finalmente, Fernández Lucius reflexionó sobre los cambios en la relación de los jóvenes con el estudio y los modelos de referencia actuales. “Muchos sienten que la escuela no tiene sentido porque los modelos adultos cambiaron. Hoy los referentes son influencers que muestran resultados inmediatos, sin esfuerzo. Me parece que hay etapas que no hay que saltarse: el tiempo en la escuela no se recupera”, concluyó, enfatizando la importancia de respetar las etapas educativas y de formación personal





