La consultora Zuban Córdoba & Asociados difundió el último informe correspondiente a enero y destacan que el trabajo ofrece «perspectivas interesantes» sobre cómo evoluciona la opinión pública en el actual contexto de dinamismo político argentino. El total de casos es de 1.300.
A continuación se transcribe el informe elaborado por la Consultora:
Las tres incógnitas del año electoral
Pasaron tan solo algunas semanas desde la publicación de nuestro último estudio, pero como siempre la particular dinámica política argentina (incluso en pleno enero) hace que el tiempo sea percibido de otra forma.}
La foto cambia constantemente, aunque la estructura subyacente parezca inmutable.
Una fecha aparece en el horizonte de toda la política argentina: el 24 de junio cierra el plazo para la presentación de candidaturas nacionales. Es decir, ese es el tiempo límite para que la clase política acomode la oferta electoral. Falta mucho tiempo, pero quizás no el suficiente como para que tanto oficialismo como oposición acomoden sus internas y sus estrategias.
En ese contexto realizamos nuestro último estudio nacional. Nuevamente un estudio domiciliario que nos ofrece perspectivas interesantes sobre cómo evoluciona la opinión pública en este contexto de dinamismo político.
Oficialismo y oposición intentan afinar por estas horas sus cálculos electorales. La ecuación electoral se presenta sumamente compleja para toda la dirigencia.
Ya lo dijimos en nuestro informe anterior y volvemos a repetirlo ahora: quienes se crean ganadores/as van a estar cometiendo un grosero error de análisis estratégico.
La prudencia es el mejor consejero al que un/a político/a podría aspirar ahora mismo, pero, lamentablemente, suele ser el consejo menos escuchado en los bunkers de campaña.
Nuestro último estudio no tiene grandes novedades con respecto a la estructura política subyacente que mencionamos antes: el gobierno mantiene sus altísimos niveles de negatividad y el 75% de los/las encuestados/as afirma querer un cambio de gobierno. Sobre esos números se monta la gran ventana de oportunidad para la oposición. Sin embargo, en Argentina no todo es lo que parece. Y esa estructura subyacente tiene a nuestro parecer tres incógnitas a las que hay que prestarle atención.
La primera de ella tiene que ver con la cuestión económica. Un 45% afirma tener algún nivel de confianza en que Sergio Massa logré bajar la inflación. En esas precarias (pero existentes) expectativas está la clave para el oficialismo. Si esa esperanza logra encontrarse con la
realidad es de esperar que la competitividad del oficialismo muestre mejoras a partir de marzo/abril. Al mismo tiempo, el oficialismo nacional, debe tratar de garantizar una victoria en territorio bonaerense, para mantener la ilusión de ser competitivo en las PASO.
La segunda incógnita tiene que ver con las principales fuerzas opositoras, es decir, JxC y el liberalismo. No es ninguna novedad que ambas expresiones políticas comparten grandes fragmentos del electorado. Javier Milei construyó su núcleo duro en base a interpelar a los sectores más radicalizados del voto opositor. Hay que seguir de cerca el comportamiento de esos sectores en
los próximos meses porque van a ser determinantes de cara a la primera vuelta.
Una pregunta es la que debería empezar a desvelar a los bunkers de campaña en Juntos por el Cambio. ¿Qué va a pasar con los/las votantes de Patricia Bullrich si Horacio Rodríguez Larreta se impone en las primarias?
¿Y si ocurre al revés? En ambos casos, la posible retención de esos grupos de votantes, aparece por estos días, como una cuestión para nada segura.
La tercera incógnita tiene que ver con el tan mentado y anunciado peronismo no kirchnerista. Los rumores sobre el lanzamiento de ese espacio con una candidatura presidencial de Juan Schiaretti han aumentado en las últimas semanas.
En nuestro último estudio la aparición o no de ese espacio perjudica principalmente al Frente de Todos.
“Candidatura Spoiler” es como llama la ciencia política a este fenómeno en el cual una opción electoral no tiene chances reales de ganar una elección, pero si puede perjudicar desproporcionadamente a uno/a de los/las competidores/as.
6% es el porcentaje que el peronismo de centro tiene en nuestra encuesta de enero. ¿Qué podría pasar en una primera vuelta si ese porcentaje aumentará con votos fugados al FdT y si además Horacio Rodríguez Larreta lograra contener exitosamente a los segmentos más duros de su electorado?
La pregunta es retórica, pero su respuesta está en los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional, que nos atrevemos a transcribir a continuación, solo para refrescar la memoria de nuestros/as lectores/as: Art. 97.- Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta, hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente
emitidos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación.
Art. 98.- Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta hubiere obtenido el cuarenta por ciento por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos
afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación.
La cultura popular y una amplia parte de la biblioteca sobre derecho constitucional sostienen que no hay que modificar la constitución, sino cumplirla. Más del 66% de la opinión consultada (uno de los acuerdos más altos del estudio) coincidió en que la fórmula presidencial (indistintamente) debería estar compuesta por un varón y una mujer. Quizás sean tiempos de comenzar a incorporar temas, entre otros, los derechos políticos de las mujeres y disidencias que aún faltan conquistar en los debates de los tiempos que vienen.