Para muchos argentinos el cruce fue un calvario este fin de semana largo. No sólo hubo quienes dieron testimonio del pedido de coimas, de esperas de hasta dos días, sino que el gobernador electo Javier Pereira decidió intervenir y denunció a la Armada paraguaya afirmando que “hay personas inescrupulosas”. Dijo que plantearía la grave situación al Presidente de Paraguay y cruzó el puente en compañía del actual gobernador Christian Ríos para hablar con autoridades argentinas.
Pero aún después de que exigiera que se diera prioridad de cruce a los automóviles de patente argentina, todavía había testimonios de turistas que seguían esperando y siendo víctimas de coimas.
El problema del cruce es de vieja data, porque en Encarnación no se crearon nuevos acceso al viaducto que une a esa ciudad con Posadas, aunque sí hubo ampliaciones y mejoras en la capital misionera. De tal modo, Encarnación es un “cuello de botella” para el regreso y ahora se vio agravado con el pedido de coimas.