Hace tres semanas se conmemoraba la histórica consigna “Ni una menos”, para darle visibilidad y activar la consciencia social sobre los femicidios en el mundo; poniendo en conocimiento, entre otras cosas, que, a mayo de este fueron asesinadas más de 100 mujeres.
Esta cifra debe llamarnos a la reflexión más profunda y a impulsar un compromiso multiplicado
y renovado permanentemente.
Hoy, hace menos de 1 mes nos falta Cecilia Stryzowsky. El 13 de junio hubo una marcha, encabezada por sus seres queridos y acompañada por casi todos los habitantes de la ciudad de Resistencia, Chaco, pidiendo verdad y justicia en su nombre…
Rogamos y exigimos, lamentablemente con muy poca expectativa, su aparición; y digo con dolor que lo hacemos con muy poca expectativa, porque hoy en día ya sabemos cuál es, en general, el desenlace cuando una de nosotras desaparece.
Es agotadora esta lucha, es agotador ponerle el cuerpo a esta lucha y además sentir que, cuando nos expresamos reclamando “siempre hablamos de lo mismo”. Y si, siempre hablamos de lo mismo porque la historia sigue siendo exactamente la misma y porque seguimos siendo las mismas las que nos expresamos en estas fechas.
Invito a los varones a que hablen, se pronuncien el 8 de Marzo, el 3 de Junio… Siempre somos las mujeres las que pedimos la palabra en estas fechas. No oímos a los hombres alzar la voz para cuestionarse sus privilegios, para pedir disculpas, estamos realmente solas desde el tan cuestionado feminismo. Pero, la lucha por el fin de los femicidios, así como contra cualquier injusticia padecida por las mujeres no es solo una cuestión exclusiva de las mujeres sino de todos los seres humanos sin distinción de ninguna clase.
Porque las políticas públicas con perspectiva de género las generamos las mujeres, porque a las
charlas de “Nuevas Masculinidades” no van.
Nuestros legisladores varones son personas, que fueron legitimadas por el voto popular, por
eso los necesitamos dentro de esta lucha, desde su lugar de, de militantes y de defensores de
los sectores condenados a la vulnerabilidad.
Los invito a cuestionar y oponerse a aquellos presupuestos sin perspectiva de género.
Los invito a incorporar proyectos de ley, de ordenanzas, de autoría propia, que velen por la
seguridad de las mujeres, por la no violencia, por la equidad.
No estamos pidiendo nada extraordinario, sólo que dejen de matar a las mujeres y creo que todas y todos vamos a coincidir en eso. En esta lucha no hay grieta posible. La lucha de las mujeres constituye uno de los acontecimientos más importantes en la construcción de un orden moderno más justo, más humano y esos logros solo pueden sostenerse y consolidarse día a día con la conjunción del esfuerzo de todos, mujeres y varones.
Esta es una cuestión de Estado. Es el proyecto de una sociedad igualitaria en el más profundo
sentido de ese concepto.
Desde el silencio o la falta de cuestionamientos, solo nos convertimos en cómplices. Construir una sociedad libre de violencias es un compromiso que nos tiene que involucrar a toda la sociedad.
¡No seamos cómplices en el silencio!
Lic. María Eva Jiménez
Psicóloga
Concejala de la Ciudad de Posadas