El autor de «No creer», la columna del periodista de La Nación estuvo en Posadas para dar una charla libre en el centenario templo de la logia masónica Roque Pérez.
En ese lugar el columnista abordó diversas temáticas vinculadas a la profesión del Periodista, sus particularidades y desafíos en estas primeras décadas del Siglo XXI signada por la irrupción de Internet y todo lo que la red de redes trajo después de haberse impuesto a nivel global y cambiar varios paradigmas en diveras áreas.
Ante una pregunta del periodista y director de C6Digital acerca de cómo se posiciona en estos tiempos de transformación informática, Roberts sostuvo que la revolución tecnológica «me agarró grande». «El cambio de era, de lo analógico a lo digital me agarró de grande y me dejó con la montura me da ladeada -ejemplificó- y para lo que yo estaba haciendo, en realidad no me molestaba demasiado. No interfería mucho en el tipo de trabajo, no en la columna», comentó.
Recordó que estuvo mucho tiempo siendo el segundo de la redacción de La Nación. «Como segundo que estaba todo el tiempo editando, el cambio tecnológico, la nueva era no interfirió demasiado», insistió.
El periodista invitado afirmó que sí tenía que ser una persona permeable al cambio «y no sé si fui todo lo permeable que habría que hacer». Agregó que los consultores, que en esa época todos los medios tenían consultores decían «a los que no abrazan el cambio hay que echarlos». «Yo por suerte estaba escuchando el consultor así que abrazaba el cambio y abrazaba el cambio y seguía abrazando con lo del consultor se iba pero la verdad es que internamente yo no lo abrazaba», admitió.
Roberts admitió que en ese entonces tenía una opinión desfavorable para la red social Twitter (hoy X). «He dicho disparate de Twitter. Twitter es una moda, quiero ver cuánto dura Twitter, lo he dicho lo admito», confesó ante el auditorio.
Luego señaló que ya tenía un desarrollo y una escala profesional «que me había ido bien, entonces el cambio me agarró de grande, para lo bueno y para lo malo». «Para lo bueno porque ya estaba acomodado, para lo malo porque es difícil cambiar pero también ahí radica la profundidad de la pregunta porque ahí casi había que tirar todo lo que sabíamos. Por supuesto seguimos siendo gente que sale a la calle a buscar información, a procesar información», remarcó Roberts.
Según sostuvo, el núcleo duro sigue siendo el mismo, todo lo demás es distinto. «Hay que pensarse distinto, tenés que vivir distinto», reflexionó.