La primera semana de sesiones extraordinarias del Congreso transcurrió con muy pocas novedades a pesar de los ajustados tiempos del cronograma que propuso el gobierno de Javier Milei. Si bien el oficialismo apunta a sesionar el jueves 6 y el martes 11 de febrero, recién la semana que viene los jefes de bloques dialoguistas se reunirán con el presidente de la Cámara de Diputados para “porotear” los votos y plantear posibles cambios a los textos.
Desde el oficialismo dejaron trascender que están dispuestos a aceptar cambios siempre y cuando se respete el “espíritu de los proyectos”. Aunque también aclararon que la última palabra la tendrá la Casa Rosada, que más de una vez se ha mostrado reticente a hacer concesiones a la oposición.
El martes pasado el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibió en la Casa Rosada a Cristian Ritondo y Rodrigo de Loredo, jefes de los bloques del PRO y la UCR. En ese encuentro, ambos ratificaron que apoyarán la nueva versión del proyecto de Ficha Limpia, y las iniciativas de juicio en ausencia y reiterancia.
Sin embargo, la reforma electoral, que incluye la eliminación de las PASO y cambios en el régimen de financiamiento de los partidos políticos, enfrentó objeciones serias. En primer lugar, el PRO hasta el momento se inclina por suspenderlas durante este año -no eliminarlas definitivamente- mientras que el radicalismo asegura que lo mejor es modificarlas para que sean más acotadas en el tiempo y menos onerosas.
Si bien no lo dicen abiertamente porque están en medio de las negociaciones, los libertarios reconocen que probablemente se terminará aprobando la suspensión de las Primarias. Y para eso confían en que el radicalismo y el peronismo aportarán los votos clave por presión de sus gobernadores, que se verán beneficiados por quedarse con la lapicera en sus distritos sin tener que conceder internas.
A pesar de que los tiempos son muy ajustados, en la bancada libertaria no se muestran preocupados y especulan con que las negociaciones se precipitarán a último momento. “Si se acelera todo, la semana que viene podemos llegar bien”, afirmaron. Sucede que el Senado necesita siete días de diferencia por reglamento entre la firma del dictamen y la sesión en el recinto. Por lo que una sesión el 20 de febrero -antes de que termine el período de extraordinarias- requiere firmar dictamen el jueves 12, entonces Diputados debería aprobar el proyecto a más tardar el martes 11. Casi sin margen de error.
A su vez, el Gobierno tiene otro obstáculo que le dificulta acelerar las negociaciones. La indefinición del peronismo conspira contra cualquier acuerdo porque también lleva a otras fuerzas a especular hasta último momento.
La bancada que conduce Germán Martínez ni siquiera tiene en agenda una reunión para unificar criterios porque espera un gesto claro de Cristina Kirchner, que a su vez concentra su atención en la interna de la provincia de Buenos Aires. El dilema es que la decisión de suspender las PASO a nivel nacional llevaría a seguir el mismo camino en la provincia y esto le dejaría vía libre al gobernador Axel Kicillof para desdoblar la elección, algo que CFK rechaza. Mientras tanto, los diputados del Frente Renovador de Sergio Massa presentaron un proyecto para suspender las primarias en la provincia de Buenos Aires.
El próximo martes Martín Menem se reunirá con los jefes de bloque del arco “dialoguista” para acercar posiciones y comenzar a trabajar en las posibles modificaciones. En el Gobierno analizaban llevar al recinto primero el proyecto de Ficha Limpia ya que reúne mayor consenso -no se llegó al quórum por un ausente en noviembre- y a su vez deja libre otra semana para negociar con el peronismo.
(Fuente: Infobae)