Nelson Dalcolmo, responsable administrativo del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), advirtió que la falta de quórum en las reuniones clave ha retrasado la fijación de precios para la yerba mate, lo que genera incertidumbre y afecta a los productores. Según Dalcolmo, la situación se complica porque los precios actuales no cubren los costos de producción, lo que pone en riesgo la estabilidad económica del sector. “Hoy estamos trabajando por debajo de los costos, y en una economía que se maneja de esta manera, la situación es muy difícil”, explicó.
El Inym tiene la capacidad de convocar reuniones para definir los precios de la yerba, pero Dalcolmo señaló que la falta de participación de algunos actores de la cadena yerbatera ha impedido alcanzar el quórum necesario. «Hemos llamado a varias reuniones para definir los precios, pero no hemos podido lograr el quórum. Un eslabón importante no está participando, lo que nos impide avanzar», indicó el responsable administrativo.
El contexto actual es problemático, ya que la cosecha de yerba mate ha sido récord, lo que ha aumentado la oferta. Sin embargo, la demanda no ha logrado igualar este aumento, lo que presiona a la baja los precios. En septiembre, el precio del kilo de hoja verde puesta en secadero cerró en 200 pesos, pero en algunas zonas productoras se manejan cifras de hasta 390 pesos. A pesar de los intentos de regular los precios, Dalcolmo comentó que el precio sugerido nunca alcanzó los niveles necesarios para cubrir los costos. «El último precio fijado fue de 250 pesos. Nunca llegamos al valor que sugerimos inicialmente», señaló.
Dalcolmo destacó que el Inym fue creado para equilibrar la oferta y la demanda de yerba mate, pero sin la posibilidad de fijar precios adecuados, los productores continúan en una situación económica difícil. «La ley 25.564 que creó el Instituto tenía como objetivo nivelar la oferta y la demanda, pero si no logramos reunirnos para fijar precios, ese objetivo se ve comprometido», expresó.
El responsable administrativo también hizo un llamado a la unidad de los diferentes sectores involucrados en la cadena yerbatera para lograr una solución que beneficie a todos los eslabones. «El Instituto siempre defendió al producto, y eso es lo que necesitamos volver a lograr. Solo así podremos garantizar el bienestar de los productores y de la cadena yerbatera en su conjunto», concluyó Dalcolmo.