En el marco de las celebraciones por el Día de la Obstetricia y la Embarazada, el doctor Santiago Galian habló sobre los cambios en la historia hasta alcanzar los partos humanizados.
Cada 31 de agosto se conmemora el fallecimiento de San Ramón Nonatto, el patrono de las embarazadas. Aunque hay varias versiones, la historia cuenta que en España, tras encontrar a una mujer muerta al costado del camino, se le realizó un corte y nació el niño, a quien el Obispo nombra Santo.
«La obstetricia es una especialidad médica realmente apasionante. Tal vez es una de las que más ha evolucionado a lo largo de la historia», comentó el médico.
En esa línea, señaló «cómo se han revertido situaciones obstétricas que antes se daban como normales», como por ejemplo que «las parteras o comadronas eran las responsables del parto y eran exclusivamente mujeres».
«Hay una anécdota que dice que en 1522 en Hamburgo, un doctor quiso entrar a ver cómo era el nacimiento de un bebé porque era exclusivo de mujeres, así que se disfrazó y entró. Lo reconocieron y lo mataron en la hoguera por entrar como hombre a ver un parto», relató Galian.
El doctor contó que «años más adelante aparecieron los fórceps, que son como dos cucharas grandes que ayudan al obstetra o la parturienta a sacar al bebé del canal del parto», aunque su utilización fue descartándose por considerarse peligrosa en determinadas situaciones.
El instrumento fue creado porque «se decía que cuando un hombre entraba a una sala de partos era porque una o dos personas iban a fallecer y los fórceps cambiaron esa historia de los riesgos de nacimiento».
«Mucho más adelante aparece la operación cesárea, que actualmente es muy difundida», agregó el médico. Sostuvo que «ha salvado una enorme cantidad de vidas y tiene indicaciones muy precisas; se escucha mucho que las mujeres quieren tener sus hijos por cesárea».
Sobre ese punto, destacó que «Misiones está muy adelantada en esto porque cuenta con las salas CONE«, es decir, con Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales.
Las mismas están distribuidas en Iguazú, Eldorado, Oberá, Puerto Rico, San Vicente, Leandro N. Alem, Apóstoles y Posadas, con el fin de cuidar de la vida de la madre y el recién nacido en caso de presentarse alguna complicación.
Las maternidades Cone atendieron, durante el año pasado, a un total de 14,955 embarazadas. Cabe resaltar que garantizan a la mamá y al recién nacido: recepción, quirófanos, anestesia, sangre segura, traslado y recursos humanos calificados para cada momento del parto y estabilidad para el recién nacido.
Galian analizó el contraste entre el pasado y la actualidad. «Antiguamente los padres tenían prohibido entrar a la sala de partos y eran penados en la hoguera y hoy, por ley, tienen el derecho a asistir y acompañar a su pareja durante ese proceso. Esto se da en estas condiciones de partos humanizados».