Tamara Bañuk es una incansable mujer afrontó un trasplante de hígado en el 2022, tras haber sufrido de una hepatitis aguda autoinmune y este año, en el marco del día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos participó de Cadena de Noticias para expresar su nueva forma de vida y sus motivaciones.
Bañuk primeramente recordó que cuando estaba ingresada al Hospital Italiano de Buenos Aires, entró en la lista de espera en emergencia nacional en el lugar 31 de la nómina de personas que requerían trasplante, sin embargo por la complejidad de su caso ascendió rápidamente, hasta que logró ser trasplantada.
«A los días de haber ingresado, entré en coma, en mi caso no había mucho tiempo, luego ascendí en la lista y avisaron que había compatibilidad con un hígado y comenzó una nueva oportunidad para mí» comentó Bañuk.
Tras la operación, tuvo que volver a ejercitar la mente, ya que había sufrido de un fuerte ataque neuronal, por lo cual no se acordaba quién era ella, ni de sus hijos. Después de trabajar la mente con uno de sus hijos mayores, Bañuk presentó grandes mejoras y tras dos meses, decidió volver a Posadas, «me arriesgue y vine a Posadas porque no aguantaba más tiempo estar lejos de mi hijo más chiquito».
En la actualidad toma alrededor de 24 pastillas al día, nueve menos de cuando inició el proceso, «mi rutina inicia a la mañana con 10 pastillas, continua al medio día, tarde y noche, paulatinamente bajo en el ingesta de las pastillas, eso haré hasta que me queden dos o tres de por vida».
El ser humano siempre tiende a preguntarse la razón ante situaciones difíciles, «¿Por qué me toca a mi? ¿Qué hice mal? No obstante Tamara afirmó que no quería quedarse con ese dolor y angustia, sino que prefería verlo como un propósito de su nueva vida de concientizar y encontrar una nueva forma de disfrutar cada día.
«Primero no sabia que hacer, porque me aconsejaban dejar de trabajar, escribir un libro, pero comencé a mirar por dentro y a preguntarme ‘qué es lo quiere hacer Tamara’ y hoy todo es un disfrute, amo de la vida y apenas me despierto agradezco por poder levantarme y poder estar. Me encanta el yoga, la meditación, y el pilates. Además que sigo trabajando».
Tamara reivindicó su nueva perspectiva de vida encontrando el placer a las pequeñas cosas de la vida, pasar tiempo en familia, con amigos, en el trabajo, y vivir la existencia al máximo para poder contar un día más en el calendario, agradecer y sentir la felicidad de estar en el hoy y ahora.