En un mundo donde el estrés se volvió una constante, los animales de compañía juegan un importante rol como fuentes de bienestar emocional y físico. En este contexto, los gatos se destacan por su particular naturaleza independiente y serena, que los convierte en compañeros ideales para muchas personas.
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Diversos estudios científicos demostraron que la relación entre los seres humanos y los gatos puede tener efectos positivos sobre la salud, tanto a nivel psicológico como físico. Pueden ayudar a reducir los sentimientos negativos y hasta mejorar el sistema inmunológico. La celebración del Día Internacional del Gato es una ocasión ideal para reflexionar sobre los múltiples beneficios que estos felinos aportan.
Los beneficios emocionales de convivir con un gato
La presencia de un gato en el hogar puede transformar el ambiente de una manera que mejora el ánimo de los habitantes. Según la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), la compañía de los animales, incluyendo a los gatos, tiene un impacto positivo en la salud mental de la mayoría de las personas.
El 84% de los encuestados en un estudio realizado junto con la Asociación Americana de Medicina Veterinaria indicaron que sus mascotas favorecían su bienestar emocional. En momentos de crisis, muchos recurren a sus felinos como una fuente confiable de consuelo, y buscan en ellos un alivio ante situaciones de angustia.
Otro análisis realizado por APA subraya que los gatos reducen significativamente los niveles de estrés y ansiedad en sus tutores. La interacción con ellos, ya que tienen una naturaleza tranquila y afectuosa, crea un espacio seguro donde los individuos pueden procesar sus emociones.
El efecto de la cercanía de un gato sobre la salud mental también se extiende al alivio de la soledad. Un estudio del Instituto de Investigación del Vínculo Humano-Animal (HABRI) reveló que tienen un impacto positivo en los adultos mayores que viven solos, lo que ayuda a disminuir los sentimientos de aislamiento social.
Además, el vínculo con los gatos también contribuye a que los individuos reconozcan las reacciones de sus felinos y ajusten su comportamiento en consecuencia, lo que favorece el desarrollo de empatía hacia otros seres vivos.
Beneficios para la salud física asociados a los gatos
La convivencia con gatos también ofrece ventajas para la salud física. La exposición a alérgenos felinos desde una edad temprana tiene efectos positivos en el desarrollo del sistema inmunológico de los niños, ya que los ayuda a reducir el riesgo de desarrollar alergias o asma en la edad adulta.
De acuerdo a información aportada por HABRI, los niños que están expuestos a un felino en su primer año de vida tienen hasta un 50% menos probabilidad de desarrollar alergias a los gatos a medida que crecen.
Por otro lado, la presencia de uno de estos animales también se asocia con la reducción de la presión arterial. Un estudio publicado por Elsevier subraya que la convivencia con ellos puede contribuir a la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares, dado que tienen la capacidad de reducir los niveles de estrés, lo que resulta en una mejora general de la salud física. La relación con los gatos actúa como un amortiguador de los sentimientos de ansiedad, lo que permite a los tutores manejar mejor las presiones cotidianas y proteger su bienestar general.
El impacto de los gatos en el desarrollo de los niños
Los niños pueden obtener múltiples beneficios de tener un gato como animal de compañía, especialmente en lo que respecta a su desarrollo emocional y social. La convivencia con ellos puede enseñar lecciones de responsabilidad, ya que tienen que alimentarlo, limpiarle la caja de arena y asistir a su cuidado diario. Estas tareas les permiten entender la importancia de crear y mantener hábitos, así como de reconocer las necesidades de otro ser vivo.
Además, como señalan los expertos de la American Humane Society, los niños que cuidan de un gato aprenden a ser pacientes, ya que los felinos a menudo son solitarios y requieren de espacio y tiempo para sí mismos, lo que brinda una lección sobre respetar los requerimientos de los demás.
Otra ventaja importante es que los felinos domésticos aportan al desarrollo de la empatía. Al cuidar de un animal tan delicado y sensible, aprenden a ser más atentos y a tratar a otros con gentileza, lo que contribuye a la formación de habilidades sociales que les servirán en su interacción con otras personas. También indican que los pequeños que se vinculan con animales tienen una mayor capacidad para establecer lazos de amistad y cooperación, lo que les ayuda a adaptarse mejor en el entorno escolar y en su vida social en general.
Los gatos también ofrecen un apoyo emocional valioso. Si bien son relativamente independientes, su presencia puede ser reconfortante, especialmente en momentos de tristeza o soledad. Esto puede ser beneficioso para los niños que atraviesan situaciones difíciles, como la pérdida de un ser querido o problemas en la escuela. Actúan como compañeros incondicionales que brindan un consuelo silencioso y estable.
(Fuente: Infobae)