Marcelo Correa, guía de perros detectores de narcóticos, explicó al movil de C6Digital cómo se lleva adelante el entrenamiento de los nuevos cachorros destinados al servicio de detección de estupefacientes. «La idea es adiestrar al cachorro en la detección de estupefacientes», señaló Correa, destacando la importancia de estos animales en la prevención del tráfico de drogas.
En cuanto a los roles de los nuevos canes, el guía explicó que la incorporación de los perros tiene un enfoque claro: «Con la incorporación de los nuevos canes, buscamos adiestrarlos para tareas específicas. Al macho esperamos que su especialidad sea la detección de sustancias ilicitas, que es uno de los principales trabajos que realizamos en conjunto con los canes dentro del servicio». La detección de sustancias prohibidas es uno de los principales objetivos en el trabajo con los canes, tanto en la prevención de ingreso de estupefacientes como en las requisas generales.
Por otro lado, Correa destacó el entrenamiento específico de la cachorra: «La idea es adiestrarla en la búsqueda de personas». A diferencia de la detección de narcóticos, en el caso de la cachorra, el enfoque estará en el rescate y la búsqueda de individuos. «Ahora, en los primeros meses, lo que vamos a hacer es enfocarlos en la habituación y socialización de ellos para formar un carácter», explicó el guía. Este proceso inicial es clave para la futura operación de los perros en situaciones reales.
El entrenamiento se basa en principios de memoria a largo y corto plazo, según Correa: «En lo que es detección, trabajamos en la memoria a largo plazo. Nosotros le enseñamos al can la detección de un olor en particular, y ese olor queda grabado en su memoria». Por otro lado, en la búsqueda de personas, el trabajo se centra en la memoria a corto plazo: «Presentamos un olor y el can sale a buscar ese olor que se le presenta».
El tiempo estimado de entrenamiento varía según cada perro, pero Correa comentó que «el tiempo de entrenamiento es individual y depende de cada can». No obstante, señaló que generalmente, «pasando todas las pruebas y habiéndoles presentado todo tipo de circunstancias en las que van a estar en la vida operativa, a los dos años ya están operativos«.
Por último, Correa reveló una iniciativa innovadora para la selección de los nombres de los cachorros: «Para elegir sus nombres, hicimos un concurso en las redes sociales, donde la gente puede elegir el nombre de los cachorros». Esta acción busca involucrar a la comunidad en el proceso de entrenamiento y asignación de los nuevos compañeros caninos de los agentes de seguridad.