Dejar el azúcar ayuda a mejorar el funcionamiento del hígado, páncreas, cerebro, colesterol, triglicéridos, la resistencia a la insulina y sobre todo en la mente de la persona. En esta nueva edición del Micro de Salud con el doctor Rodrigo Veller, el médico brindó la información sobre qué le ocurre al cuerpo tras dejar el azúcar, los beneficios que ocurre en el cuerpo y el cambios que tendra la persona durante el proceso.
Primeramente el médico clínico aclaró que con azúcar se refiere a la glucosa agregada en comidas ultra procesadas o el endulzante extra que las personas integran a las preparaciones.
En caso de dejar el azúcar en las próximas hora y semanas,el cuerpo pedirá esa agregado a la que está acostumbrado, los antojos aparecerán y provocarán que la persona no pueda dejar de pensar en el azúcar de cualquier forma, ya sea deseando chocolate, helado, galletitas, pan, juego de frutas, harina o masas definidas.
Al tiempo explicó que por esta razón los dulces son una vía rápida para obtener placer de inmediato, «esto se intensifica aún más cuando cuando estamos tristes, estresados o con alteraciones del humor» pero el problema según el doctor, es que este tipo de placer requiere de ser alimentado constantemente ya que si no se lo hace el cerebro de la persona lo castiga con una respuesta dolorosa.
Lo que provoca el cerebro en la persona, es ansiedad por querer comer cosas dulces, que esté irritable, sin la capacidad de concentración, «ocurre hasta que finalmente nos rendimos y esto lo que nos inflama».
El doctor Veller ánimo a la sociedad haciéndolos saber que el malestar que se siente en ese momento es transitorio no será siempre, «si esperamos lo suficiente, el cerebro utilizará sus mecanismos de defensa para equilibrar nuevamente las cosas y que dejemos de sentir sufrimiento. El equilibrio en el cuerpo se restaura” .
La desaparición de estos síntomas, tarda alrededor de 7 a 10 días, pero con cada día que pasa desde el primer día libre de azúcar es más fácil.
En la primera semana sin azúcar, «se tendrá cambios químicos, hormonales muy positivos, síntomas de inflamación crónica van a disminuir, fatiga o cansancio extremo, insomnio, dolor en el cuerpo, irritabilidad desaparecerán, ya que el metabolismo cambia y se encenderán las enzimas que queman grasa visceral.
Ante este panorama, la persona poco a poco dejará de sentir hambre y podrá decidir su alimentos con mucha más conciencia, «ocurre algo parecido en los primeros tres días tras haber dejado el azúcar», e incluso aumentará el deseo por alimentos más saludables.
Además se notará más energía física como mental, son resultados que se notarán en la primera semana, junto con mayor poder de concentración y clareza mental; la piel lucirá mejor con menos grasa.
«Si la persona que prueba los beneficios de dejar el azúcar, es una caso de prediabetes o diabetes en estadios iniciales, es muy posible que las revierta, ya que mejorara muchisimo la resistencia a la insulina y la sobrecarga que se estaba generando en el páncreas».
En 20 días, confirmó el doctor Veller, que la lengua comenzará a cambiar y lo que antes parecía poco dulce o sin sabor, le va a parecer a la persona extremadamente empalagoso y el cuerpo va a rechazarlo.
Para terminar comentó cómo se debe hacer para superar la adicción a los dulces, aseguró que la creación de hábitos tarda alrededor de dos semanas, en la cual se deberá tener fortaleza y recomendó avisar al entorno cercano que se estará más irritado y con cambios de humor por la falta de estos azúcar agregado.
El primer paso, es decidir y comprometerse, tener una motivación sólida y anotarlos.
En segundo lugar recomendó que las persona no pare por completo de una vez, si no que sea progresivo, «dale tiempo a tu cuerpo y mente para que se reeduquen, si estabas acostumbrado a integrar tres cucharadas de azúcar al café, por algunos días agregar dos y luego solamente una, posteriormente la puede quitar o reemplazar por otros endulzantes».
Respecto a los edulcorante, el doctor Veller se declaró poco fanatico de este endulzante, ya que no sabe el verdadero efecto de la salud, pero afirmó que puede ser utilizados inicialmente como transición hacia un estilo de vida más saludable, «pero nunca debe ser visto como una cura definitiva» concluyó.