El sector agrícola demanda cada vez más soluciones amigables con el medio ambiente, eficientes en la utilización de recursos y por supuesto, rentables en el esquema productivo. Por ese motivo, instituciones de base científica y empresas buscan avanzar en I+D y para ofrecer nuevas y revolucionarias propuestas al mercado.
La aplicación de la nanotecnología -ciencia que estudia las pequeñas partículas- está transformando la agricultura, proporcionando herramientas para mejorar la capacidad de las plantas de absorber los nutrientes necesarios y crecer con mayor velocidad, incrementando el rendimiento de manera sustentable y reduciendo el impacto ambiental. A partir de esta herramienta, se pueden aplicar minerales de altísima pureza a través de emulsiones minerales, vía pulverización aérea y/o terrestre.
Las bondades de esta tecnología provocaron que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), a través del Instituto de Fisiología y Recursos Genéticos Vegetales (IFRGV) dependiente del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP), firmara un convenio de asistencia técnica y vinculación tecnológica con la Universidad de Río Verde (UniRV) de Brasil y la empresa argentina Kioshi Stone, que desarrolla productos innovadores para la agricultura manteniendo un profundo respeto por la naturaleza.
Belén Ciacci, investigadora del Instituto de Fisiología y Recursos Genéticos Vegetales (IFRGV) y del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) Córdoba, trabaja desde hace años junto a Lorena Giachero, Dannae Serri, Cecilia Perotto, Florencia Brugo, Carla Guzzo, Dolores Bustos en diversas líneas de investigación, entre las que se destacan la intensificación sostenible de la agricultura en región pampeana y el desarrollo de bioinsumos y su integración en estrategias de manejo de adversidades bióticas y abióticas en cultivos agrícolas y forestales.
En diálogo con Ámbito, Ciacci destacó los beneficios de esta tecnología y aseguró que con nutrientes basados en nanotecnología se “beneficia el microbioma del suelo, promueve el crecimiento y aumenta la productividad. Se logran mejores rendimientos en soja, una mitigación de diversos estreses bióticos y abióticos, hay mayor eficiencia fotoquímica y se pueden usar en pequeñas dosis debido a sus características químicas únicas”.
La participación del INTA en este tipo de proyectos apunta a que los productos no sólo están pensados para la producción extensiva. Los beneficios de estas tecnologías también puede ser aplicados en producciones intensivas. “Tenemos que cubrir la demanda de todos los productores. Hay que capacitarlos y nosotros ya lo estamos haciendo en la agencia de extensión. Hay que educar y capacitar no sólo a los productores sino también a los técnicos para que se sepan los beneficios de estas herramientas”.
Por el lado del sector privado, desde Kioshi Stone también avanzan con varias líneas de investigación. A la ya conocida línea MIST de correctores de suelo, nutrición de cultivos y vivificantes para semillas, este año se sumó BIOME, una nueva línea de microgranulados.
El ingeniero Gabriel Lema, presidente de Kioshi Stone, aseguró en diálogo con Ámbito que el enfoque principal del negocio está puesto en lo que ocurre en el laboratorio y en las líneas de la investigación. “En los últimos tiempos avanzamos con productos basados en microorganismos. Si bien es una tendencia del mercado, está muy alineado con la concepción de cómo entendemos la agricultura. Nosotros reforzamos nuestro know how con el trabajo de las pequeñas partículas, por eso lanzamos la linea Biome, que complementa la línea de fertilizantes líquidos. Se trata de dos arrancadores, el b-Phos 10/40, que es un microgranulado específico para leguminosas, y el b-Phos 15/35, que está orientado para gramíneas.
Según Lema, “incorporan dentro de la formulación micronutrientes como nanopartículas, nanoemulsiones de estos minerales, por eso decimos que es un microgranulado que esta nanoestructurado para que este rápidamente disponible en el suelo”.
Mientras diseñan las estrategias comerciales para la venta de productos de cara a la campaña gruesa, lo que sigue para Kioshi es más innovación y nuevos lanzamientos. Lema confirmó a Ámbito que mantienen abierta una línea de investigación para ofrecer al mercado un nitrógeno microgranulado y también una versión del nitrógeno foliar, específicamente pensado para la agricultura orgánica.