La costilla, uno de los cortes más elegidos por las familias, hoy se paga entre $9.000 y $14.800 el kilo en Misiones, según comerciantes locales. En diciembre del año pasado, ese mismo producto se encontraba en un rango de $6.000 a $8.000, mostrando una suba constante que ronda el 4% mensual.
Los carniceros de Posadas y el interior señalan que la presión de los precios modificó la manera en que se consume. Las compras se volvieron más planificadas y los clientes recorren más locales antes de decidir.
Los comerciantes afirman que las familias ajustan cantidades: llevan menos que antes y cambian cortes tradicionales por otros más accesibles. “La gente busca alternativas económicas”, describen desde los mostradores consultados.
En un contexto de caída del salario real y recesión, el consumo se vuelve medido y se priorizan opciones que permitan sostener el abastecimiento del hogar sin exceder el presupuesto disponible.




