Graciela Venialgo dice que esculpir con arcilla «es lo más hermoso que hay» y agrega que es lo es la oportunidad que le posibilita, en un solo lugar, poner todos los conocimientos que tiene en el arte, como pintura, dibujo, esgrafiado, «si se quiere hasta poesía».-
Pero más allá de lo que comenta, lo que trata de transmitir, porque le gusta enseñar, es el conocimiento que está basado principalmente en la creación con arcillas locales. «Yo trabajo el barro Ñaú y trato de que toda mi obra tenga algo, un sentido regional digamos, sería cerámica con identidad», define en declaraciones al programa Cadena de Noticias que se emite por la señal de C6Digital.
Venialgo refiere luego que el barro Ñaú, característico de esta zona del litoral, tiene una característica maravillosa, según el lugar de donde se extraiga. Por su composición, el color y el resultado final queda plasmado en todo lo integral de esas condiciones una vez que sale de fuego.
«Y lo maravilloso que tiene también que no solo uno puede crear algo de corte artístico sino también utilitario que es lo más importante de todo porque hoy día, que hay una gran conciencia acerca de la salud de la alimentación de esto de volver a las fuentes, conectarnos con la tierra, tener vajilla hechos de cerámica es lo más saludable que nosotros podamos regalar a nuestra familia y poner en nuestra mesa. Y eso es lo que también enseño en mis clases», señala la escultora.
La ceramista da clases acá en su taller la cerámica. «Es algo terapéutico, muchos aprovechan como una vía de escape también no solo para crear sino para ver esas habilidades escondida que tenía y de paso olvidarse un poco de la rutina en la que estamos todos envuelto», afirma.