La iniciativa surgió en el marco de una conversación del pastor de la Iglesia del Centro con un estudiante y al verlo muy delgado le preguntó si se estaba alimentando bien. El joven le contestó que no. Fue entonces que se le ocurrió al religioso avanzar en el proyecto de organizar un comedor estudiantil en el salón ubicado sobre la calle 3 de Febrero 2231, entre Salta y Catamarca, de Posadas.
La idea prendió en la comunidad evangélica y todos comenzaron a colaborar. Al punto que en la actividad ya son 60 los voluntarios que brindan ayuda, desde las compras, la elaboración del menú que se va a servir, la inscripción en las redes que los interesados deben hacer para poder ser beneficiario, además de la limpieza, entre otras acciones.
Además de brindar un almuerzo los días martes, miércoles y viernes, a partir de las 11, también disponen de un ropero solidario que consiste en prendas varias, calzados.
Respecto a cómo se solventa el emprendimiento solidario, la pastora Alejandra Pereira, comentó a C6Digital que colectan fondos y depositan dinero por propia decisión. Con lo que recaudan compran todo lo necesario para cocinar.
El comedor atiende un cupo de 110 alumnos que concurren a las Universidades, incluso estudiantes del Instituto Superior «Antonio Ruiz de Montoya».
Pereira relató que por servicio del día se gastan entre 150.000 y 200.000 pesos. Se llega a tal cantidad porque se compran productos de buena calidad. «Compramos la mejor carne pero buscamos precio para que lleguemos», observó.
«Algo que sumamos al comedor, porque vimos la necesidad de los chicos, es el ropero y la gente de la iglesia colabora, trae ropa, trae zapatos, entonces los chicos, cuando vienen al comedor, pueden venir a este sector del ropero elegir tres o cuatro prendas y llevarse lo que necesitan. Siempre cuidamos el detalle de que no se lleven todo sino que lleven lo que necesitan y después vamos reincorporando nuevas prendas y después pueden seguir buscando», afirmó la pastora.
Seguidamente hizo un llamado a la comunidad. «Si quieren traer donaciones, felices, los vecinos y los amigos pueden venir a traernos prendas. Siempre les pedimos que estén en buen estado, limpias y acá hay mucha necesidad», expresó Pereira.