Un grupo de científicos generó una gran advertencia y alarma frente a las sofocantes y altas temperaturas que están impactando en Brasil, especialmente en la Región Metropolitana de Río de Janeiro, donde los termómetros marcaron calores extremos que alcanzarían niveles superiores a los que el cuerpo humano puede soportar.
Según las principales mediciones de los servicios meteorológicos, como por ejemplo la del Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), prevé que la temperatura logre cifras extremas y alcance los 40°C para el próximo lunes, con hasta un 80% de humedad, y con sensaciones térmicas intolerables de casi 62,7°C.
Calor extremo en Río de Janeiro: principales causas
Menezes sostiene que de por sí Río es una «isla de calor urbana», producto del invernadero formado por el asfalto, las emisiones de vehículos y las industrias, los edificios y la influencia de ciertos aspectos geográficos, como los relieves.
Uno de los mayores problemas es la alta presión, o anticiclón, que calienta el aire por compresión. Ese sistema empuja y comprime el aire hacia abajo y hace que se caliente y se seque en el proceso, impidiendo la formación de nubes y provocando que el aire seco se caliente a una velocidad mucho más alta, producto de la radiación solar.
Qué síntomas presenta el cuerpo y qué medidas tomar frente al calor
En la famosa capital carioca se esperan temperaturas diarias de más de 36°C, medidas al nivel de la sombra, y una sensación térmica de más de 50°C. La combinación de varios días de calores intensos, produce que el impacto sea mayor debido a que los objetos y materiales comienzan a recalentarse y levantar una temperatura extrema, produciendo más calor.
Fábio Gonçalves, profesor de Biometeorología de la Universidad de San Pablo (USP), afirmó que la tolerancia del calor depende de un individuo a otro, pero que el riesgo, independientemente de la edad y la buena salud de la persona, empieza cuando la temperatura del aire supera la del cuerpo humano, unos 36,5°C.
La previsión de altos niveles de humedad en Río es uno de los factores que amplifica el malestar térmico, ya que el sudor no se evapora y no logra llevarse el calor que el cuerpo intenta expulsar. En un panorama poco alentador, los servicios meteorológicos no tienen previsto en el pronóstico que caiga lluvia para que ayude a reducir el termómetro. (ambito.com)