El hecho ocurrió el 6 de agosto pero la denuncia recién se realizó la semana pasada, comentó el presidente del Comité Provincial de Prevención de la Tortura Misiones, Eduardo Magno Ibañez.
«Tomamos conocimiento que un joven de Bernardo de Irigoyen había sido pasible de malos tratos por parte de personal policial del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional 12da. (Dos oficiales, de 25 y 28 años) Pudimos tomar contacto con el Juzgado de Instrucción de la localidad de San Pedro y pedir informes. Tomaron intervención en forma inmediata», refirió.
El titular de la CPPTMi señaló que la primer medida que tomó la instancia judicial fue pedir la intervención de Gendarmería ya que están investigados efectivos de la Policía para las investigaciones preliminares. «Me pareció muy importante, no porque sean mejores o peores en cuanto al trabajo sino que arroja un manto de objetividad, de transparencia en cuanto a la investigación», consignó.
Scherer indicó, además, que están a cargo de las inspecciones oculares «y algunas periciales, más que nada relacionada a la utilización de líquidos inflambables y demás, que está todo en jurisdicción del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, quienes están gestionando la realización de todas estas pruebas para determinar las responsabilidades penales de los autores».
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En esta línea, precisó que se trata de dos integrantes de la fuerza de seguridad provincial, que por orden del Juez Ariel Belda Palomar están detenidos. La carátula está tipificada como «apremios ilegales y privación ilegítima de la libertad».
Para Scherer, se trata de «hechos aislados».»No podemos poner en la bolsa a todo el personal policial de toda la provincia. Hay algunos inadaptados que no entienden, no tienen una conducta adecuada y no comprenden las reglas en las cuales se deben manejar», argumentó.
El Presidente de la Comisión de Prevención de la Tortura subrayó que el caso está judicializado y ya se pidió una protección para el joven de 23 años «que aparentemente fue pasible de estos golpes por parte del personal policial».
Comentó que el joven ya declaró y también lo hicieron testigos. «Estamos haciendo mucho hincapié en el seguimiento de la causa y me parece importante que desde el fuero penal se llegue hasta las últimas instancias. La única manera de prevenir esto es, si el hecho realmente ocurrió con esas características sean sancionados y tengan la responsabilidad penal pertinente», observó.
Además, Scherer no descartó que pueda haber un cambio de carátula. «Porque también puede haber un cambio a un hecho de tortura que es un delito mucho más grave, equiparable a un homicidio simple, que tiene una pena de 8 a 25 años de prisión», remarcó.
Mencionó que no pudo tener contacto con la víctima pero sí con los familiares del joven. «Han intervenido fuerzas federales, fuerzas provinciales, Poder Judicial y la Comisión», apuntó Scherer.
«Lo más importante de todo es que se determinen las responsabilidades penales de quienes fueron los autores de este hecho», sentenció.
Según la denuncia, el joven fue detenido cuando caminaba por la calle Juan José Junes, de la localidad fronteriza, cuando sin motivos aparentes lo trasladaron hasta la zona del basural donde habría sido sometido a malos tratos, incluso le habrían rociado con combustible y amenazado con prenderle fuego.