Especialistas en nutrición recordaron que los azúcares no deben representar más del 10% de la ingesta calórica total tanto en adultos como en niños, y que su consumo excesivo está asociado a un mayor riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, en el marco de la Semana de Sensibilización sobre el Consumo de Azúcar.
Esta iniciativa de la organización World Action on Salt, Sugar and Health, tiene por finalidad sensibilizar sobre el impacto del consumo de azúcar en la salud y se comenzó a celebrar en el año 2021.
De acuerdo a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es importante limitar la ingesta de azúcares libres en adultos y niños, reduciendo este tipo de azúcares a menos del 10% de la ingesta calórica total.
Si bien su consumo también tiene beneficios -en términos de proporcionar energía rápida- su consumo en exceso puede ser adictivo, llevar a un ciclo de comer en exceso y promover una alimentación pobre en nutrientes esenciales.
A su vez, contribuye al aumento de peso y a la obesidad debido a su alto contenido calórico, puede incrementar el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas, favorecer el deterioro de la salud bucal y causar fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre, llevando a cambios bruscos en la energía y el estado de ánimo.
“Los edulcorantes pueden ser una alternativa beneficiosa para ciertas personas, en particular para aquellos que buscan regular su nivel de azúcar en la sangre o disminuir su consumo de calorías. No obstante, es crucial que se consuman de manera moderada y se integren en una alimentación equilibrada”, sostuvo la especialista en nutrición Patricia Chávez de DIM Centros de Salud.
En cuanto a su sustitución por edulcorantes, Chávez afirmó que estos productos “no necesariamente promueven la pérdida de peso o un mejor control del azúcar en sangre si se consumen en exceso junto con otros alimentos y bebidas altos en calorías”.
En relación a la diferencia entre los edulcorantes sintéticos y la stevia, la especialista explicó que esta última es natural y tiene cero calorías.
“Además, a menudo se elige por su capacidad para endulzar sin afectar los niveles de azúcar en sangre, lo que la convierte en una opción conocida para personas con diabetes o quiénes buscan reducir su consumo de azúcar”, dijo.
No obstante, “debe usarse con precaución, ya que el exceso puede tener efectos secundarios”.
“En última instancia, la clave está en la moderación y la individualización: lo que favorece a una persona puede no ser adecuado para otra, por lo que siempre es importante consultar con un o una licenciada en Nutrición para obtener una recomendación personalizada”, agregó.
La otra alternativa natural del azúcar para endulzar los alimentos es la miel, que tiene ventajas y desventajas.
“La miel contiene algunos nutrientes, lo que la convierte en una mejor opción que el azúcar común. Sin embargo, tanto la miel como el azúcar deben consumirse con moderación debido a su alto contenido calórico y su impacto en los niveles de azúcar en sangre”, dijo.
El aumento de peso, la obesidad, el incremento del riesgo de enfermedades cardíacas, la hipertensión arterial y los problemas articulares son problemas asociados al consumo excesivo de azúcares
Es posible “reducir el consumo de azúcar de manera segura” con “pequeños cambios en el estilo de vida”, tales como “leer detenidamente las etiquetas de los alimentos” dejando de lado aquellos que tengan azúcares añadidos, “optar por alimentos frescos y naturales”, cocinar los propios alimentos, “beber agua, infusiones de hierbas o agua con rodajas de frutas en lugar de gaseosas y jugos envasados” -que además “están asociadas con un mayor riesgo de deterioro de salud bucal- y “reducir gradualmente la cantidad de azúcar que se agrega al café, té, mate o cereales”
“Es fundamental reconocer los graves problemas de salud asociados con el consumo excesivo de azúcares, como un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. Además del aumento de peso, obesidad, incremento del riesgo de enfermedades cardíacas, hipertensión arterial y problemas articulares”, remarcó.
Añadió que “el exceso de azúcar en la alimentación puede causar variaciones en los niveles de energía y afectar de modo negativo el estado de ánimo y la calidad del sueño”.
Chávez explicó que si es tan difícil resistirse a la ingesta de azúcar es porque “cuando se consume azúcar, el cerebro libera dopamina, un neurotransmisor que hace que la persona se sienta bien”, y la mejor forma de controlar los efectos es “mantener un equilibrio en la alimentación, priorizando alimentos ricos en fibra, proteínas y grasas saludables para mantenerse satisfecho por más tiempo”.
(Fuente: Télam)