Manifestó orgulloso Atilio Manuel Odiard, de Garupá, el encargado de comercializar el cupón de la Quiniela Poceada Misionera que se llevó los 50 millones de pesos, el premio instituido para conmemorar los 50 años de permanencia de la Quiniela Misionera.
Trabaja como subagente de la Agencia N° 397 desde 2015, y para ello armó su local en el garaje de su vivienda. Aseguró que lo hizo “con mucho esfuerzo” y que, ahora, con lo obtenido del premio estímulo, terminará de acondicionar el espacio.
“Venía haciéndolo por partes, con mucho esfuerzo. Mi espacio está ubicado en una zona de poca afluencia de público y, si bien tengo clientes fijos, es muy esporádica la visita de otros”, dijo.
El hecho de haber vendido el Sale o sale, fue muy bien recibido por los apostadores de la zona, que hacen al menos tres o cuatro jugadas semanales desde que comenzó a trabajar en Garupá. Odiard opinó que este sorteo especial “fue un gran acierto del IPLyC SE ya que los apostadores, deseosos de mejorar su situación económica, se mostraron muy entusiasmados con el abultado premio que se promocionaba y que, finalmente, alegró a un vecino”.
Ahora que se dio a conocer que “fue vendido por mí, consideran a mi subagencia como la de la buena suerte. Vinieron a felicitarme desde temprano y, de paso, a hacer sus jugadas habituales”, comentó quien atiende de 8 a 15 y de 16 a 21.
Al efectuar un balance del 2022, sostuvo que “fue un buen año”, que las ventas fueron mejorando paulatinamente, y que aumentó su grupo de clientes frecuentes. “Espero que este 2023 continúen en ascenso para que el crecimiento económico siga dando frutos. Mis hijos están estudiando y el objetivo es que finalicen sus carreras sin sobresaltos”, manifestó esperanzado.
La Agencia N°397, cuyo titular es Darío Calderón, vendió en septiembre un ticket de ocho aciertos, llevándose más de 80 millones de pesos. Desde entonces las ventas aumentaron considerablemente, tanto en la agencia como entre los subagentes que a ella pertenecen.