Después de casi un mes del hecho, Aerolíneas Argentinas llegó a la decisión de despedir a Daniela Carbone, la azafata que el 21 de mayo hizo una amenaza de bomba para evitar que el avión en el que viajaba su expareja a Miami despegara.
Carbone, de 47 años y que se encontraba detenida por el hecho, fue dada de baja del plantel de Aerolíneas Argentinas bajo la tipificación de «despido causado», después que la empresa estatal en la que trabajaba desde hace 24 años lograra constituirse en querellante en la causa por Intimación Pública y Entorpecimiento de Servicio Públicos.
En el telegrama, desde Aerolíneas Argentinas señalaron «la empresa ha corroborado con creces su participación directa / indirectamente (involucrando a su hija en ello) en la referida amenaza de bomba, la cual causó severos perjuicios económicos y reputacionales a la empresa, además del mal momento que le hizo pasar a pasajeros y a la tripulación presente (causándole también daños por pérdidas de combinaciones o por las demoras ocasionadas)».
«Todo lo expuesto se ve a todas luces agravado por el hecho de que es una persona con su antigüedad en la empresa (24 años de antigüedad), que fue instructora de vuelo por más de 14 años (entre años 2004 y septiembre del 2018)», detalla el expediente.
Por otro lado, remarca que Carbone «claramente conocía todos y cada uno de los protocolos de la empresa correspondientes para el caso de amenaza de bomba (más aún atento que justamente usted instruyó al personal de la empresa sobre los mismos y sobre lo que se debe hacer si cualquier persona -pasajero o parte de la tripulación- menciona la palabra ´bomba´) y sabía perfectamente los daños que el mensaje de audio enviado le iba a generar a la empresa«.
Por otro lado, puntualizaron que la azafata incurrió en graves violaciones al Código de Ética empresarial y los artículos 62, 63, 84 y 86 de la Ley de Contrato de Trabajo.
Amenaza de bomba: ¿Por qué Carbone impidió el despegue del avión?
El 21 de mayo, Carbone envió a través del teléfono de su hija un mensaje con voz distorsionada que afirmaba: «Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami [sic]. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos«.
A causa de la amenaza, el vuelo AR1304 Ezeiza-Miami que llevaba a 270 pasajeros y 12 tripulantes y tenía prevista su salida a las 7.35 de la mañana del domingo 21 de mayo, se demoró varias horas, ya que se hizo la evacuación por el protocolo de seguridad hasta que se detectó que la amenaza era falsa.
El incidente derivó en que el vuelo se demore en total siete horas y que la aerolínea tenga que afrontar una cifra cercana al millón de dólares en gastos.
La azafata habría actuado por despecho ya a que a bordo del avión se encontraba un empleado de la aerolínea con el que había cortado recientemente una relación amorosa.
«Yo estuve 5 años con él siendo una mujer impecable, porque te juro que no lo engañé ni con el pensamiento. Cuando te pagan de esa manera quedas destruida. Obvio que no me justifico. Yo me fui al carajo y además que soy comisario del área de internacional, fui instructora en la compañía. Seguramente me echan. Esta bien», le dijo la mujer a una amiga, según el portal Infobae, tras el incidente.
En los últimos días, el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, que se encontraba a cargo de la causa, estudiaba si concederle a Carbone la prisión domiciliaria.