Dos fuerzas contrapuestas empujarán al índice de precios de febrero: los aumentos en el precio de la carne, que tiene un peso muy considerable en la canasta con la que el Indec mide la inflación y, por otro lado, la baja del ritmo de devaluación del dólar oficial. Según estimaciones privadas, el primer efecto pareciera ganarle al segundo, por lo que el IPC de este mes apunta a ser algo más alto que el 2,2% que registró enero.
Así pudieron observarlo un grupo de consultoras que hacen seguimientos semanales de precios, en especial en alimentos y bebidas. Con datos de las dos primeras semanas de febrero, concluyeron que en la segunda hubo una desaceleración respecto a la primera, particularmente porque ese primer tramo del mes absorbió el impacto de las fuertes subas en el precio de la carne. Ese factor asoma como el principal, incluso en un contexto de desaceleración en el resto de los rubros, en parte explicado por un tipo de cambio más lento.
Lo que suceda con los cortes de carne determinará el IPC general. Eso se explica por el peso que el Indec le otorga a ese rubro en la conformación de la canasta que mide los precios de manera mensual. Para el caso del Gran Buenos Aires, carnes explica casi el 7% del total, aunque en otras regiones explica incluso una proporción mayor, como en el Noreste (13,2%) y Noroeste (12,5 por ciento).
Con datos de las dos primeras semanas de febrero, concluyeron que en la segunda hubo una desaceleración respecto a la primera, particularmente porque ese primer tramo del mes absorbió el impacto de las fuertes subas en el precio de la carne
Según la consultora EcoGo, por caso, si bien en la segunda semana del mes “la inflación en alimentos se moderó” hasta 0,6% desde 1,3% en la primera semana, “la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 3,6% en febrero”. “Incorporando los aumentos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar (3,4%), el indicador asciende a 3,5%”, midió.
En ese sentido, plantearon que con los datos preliminares, la proyección de inflación de febrero es de 2,6%, por encima del nivel de enero. “A pesar de una suba en alimentos levemente mayor a la esperada, el resto de las categorías que componen el indice se mantuvieron practicamente constantes, lo que compensó lo sucedido con alimentos e impulsó una leve baja de 0,1 puntos porcentuales de la proyección en el indicador general”, concluyó EcoGo.
Analytica, por su parte, registró en la segunda semana de febrero una variación de 0,5% en los precios de alimentos y bebidas de Gran Buenos Aires, por lo que el promedio de las últimas cuatro semanas es de 2,5 por ciento. La proyección de IPC general para el segundo mes del año, afirmaron, también es superior a enero y alcanzaría el 2,4 por ciento.
“Las categorías con mayor aumento en el promedio de las últimas cuatro semanas son: carnes y derivados (+5,2%), frutas (+2,4%) y aceites, grasas y mantecas (+2,3%)”, analizó esa consultora. “Además, se registra una baja en el precio de las verduras (-0,6%). Cabe señalar que en muchas categorías la variación promedio de cuatro semanas disminuyó o se estabilizó respecto a la semana pasada. Aun así, el nivel general de alimentos y bebidas pasó de 2,1% al 2,5%, impulsado por los notables aumentos en la carne que, además, tienen una ponderación significativa en el índice”, detallaron desde Analytica.
La política cambiaria fue una de las razones que explican el proceso de desinflación del último año. El equipo económico utilizó al ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial, de 2% mensual hasta este mes, cuando fue reajustado a 1%
Equilibra también observó que hubo una desaceleración en la segunda semana del mes en relación a la primera pero la conclusión es la misma que en los dos casos anteriores: el IPC de febrero sería mayor al de enero por efecto de las remarcaciones en la carne y por su peso en la canasta general que mide el Indec.
“Pese a la estabilidad del resto de rubros, los Alimentos y bebidas sin estacionales treparon 0,8% tras una nueva suba del 1,7% del rubro Carnes (carne vacuna: 2,4%). Por esta razón, la inflación semanal fue de 0,3% y la promedio 4 semanas 2,1 por ciento. Proyectamos para febrero una inflación en torno a 2,4%, liderada por Carnes que cerraría el mes por ncima del 5% mensual”, explicó Equilibra.
Por último, LCG en su medición semanal registró una deflación de 0,1% en alimentos y bebidas. “No obstante, se compara contra una semana con marcados aumentos de precios. Como resultado, la inflación promedio mensual se moderó en el margen, ubicándose en 2,1% mensual”, aclararon. En la primera semana del mes el número había sido de 2,3 por ciento.
La política cambiaria fue una de las razones que explican el proceso de desinflación del último año. El equipo económico utilizó al ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial, de 2% mensual hasta este mes, cuando fue reajustado a 1%, como un “ancla” para propiciar una desaceleración de precios, en especial de los bienes, que representan el 65% de la canasta que compone el Índice de Precios al Consumidor.
El Poder Ejecutivo apostará a utilizar aún con mayor decisión el atraso cambiario como instrumento para la desinflación. Esa noción de atraso cambiario, desde ya, es disputada desde el equipo económico, que defiende su esquema: crawling peg por debajo de la inflación, dólar blend, regla de emisión de pesos restringida con venta de dólares en el “contado con liqui” para mantener la brecha bajo control y persistencia del cepo cambiario.
La expectativa oficial el que la inflación perfore rápidamente el 2%. El ministro de Economía, Luis Caputo aseguró hace algunos días en una entrevista que hay posibilidades de que el índice de precios de febrero sea menor al 2%, pero se trata de una expectativa de desinflación marcadamente más rápida de la que tiene el mercado.
(Fuente: Infobae)